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Córdoba despidió con emoción al Papa Francisco en una misa multitudinaria

En la explanada de la Catedral, el arzobispo Ángel Rossi encabezó una emotiva ceremonia en homenaje y oración por el eterno descanso del Sumo Pontífice. Participaron autoridades provinciales y municipales, junto a más de 60 sacerdotes y cientos de fieles.

La ciudad de Córdoba se unió en oración este lunes por la tarde para despedir al Papa Francisco. En un acto cargado de recogimiento y emoción, el arzobispo Ángel Rossi presidió una misa especial en la explanada de la Catedral, en homenaje y pedido por el eterno descanso del primer Papa latinoamericano.

La ceremonia comenzó a las 19, pero desde una hora antes ya se habían congregado fieles en el lugar, con velas, rosarios y banderas vaticanas. Poco antes del inicio, hicieron su ingreso el gobernador Martín Llaryora, el intendente Daniel Passerini, el presidente del Tribunal Superior de Justicia Luis Angulo, el exgobernador Juan Schiaretti y otras autoridades políticas, religiosas y judiciales, que se sumaron a la despedida de uno de los líderes más trascendentes del siglo XXI.

Un pontificado de gestos y compromiso

Rodeado por más de 60 sacerdotes de distintas parroquias, Rossi abrió la misa con una reflexión profunda sobre el legado espiritual y político de Francisco: “Su pontificado fue gestual. Con sus gestos nos hizo saber que otro mundo es posible. Denunció el sistema económico basado en la idolatría del dinero, que enriquece a unos pocos y convierte a la mayoría en masa sobrante”.

El arzobispo también recordó la firme postura del Papa frente a la crisis migratoria: “La actitud de los países ricos ante los emigrantes, muchos de los cuales mueren intentando llegar a las costas europeas, es una vergüenza. Vivimos en una burbuja de consumo, con el corazón anestesiado ante el sufrimiento humano”. Durante la homilía, destacó el compromiso pastoral del Sumo Pontífice con la realidad de los pueblos: “Él decía que hay que evitar el autoritarismo en la Iglesia y que no se debe teorizar desde el laboratorio, sino experimentar la realidad del pueblo. Nos invitó a respetar la diversidad”.

Autoridades unidas en el dolor y el recuerdo

Al finalizar la ceremonia, varias autoridades compartieron sus palabras con la prensa. El gobernador Martín Llaryora lo definió como “un líder mundial que defendió siempre la posibilidad de construir un mundo mejor”, y agregó: “Un orgullo para los argentinos y para el mundo”. El intendente Daniel Passerini expresó que “es una jornada muy triste en todo el mundo” y destacó que “se fue un hombre de bien, un pastor con olor a ovejas, que transformó a la Iglesia y que trascendió a la historia”. Por su parte, Juan Schiaretti aseguró que “es un día de tristeza para todos los católicos, para todos los argentinos”, y subrayó: “Si hay algo que tuvo como impronta fue lo humanitario”.

Un legado que trasciende fronteras

La misa concluyó con un respetuoso silencio y una oración final. Muchos fieles se quedaron aún después del cierre, rezando en silencio o dejando mensajes escritos. La figura de Francisco, su cercanía con los más humildes, su llamado constante a la paz y su visión de una Iglesia abierta y compasiva quedará en la memoria colectiva como uno de los mayores legados espirituales de la historia reciente.