Fuentes de la fábrica de aviones confirmaron que la negociación está muy avanzada y tiene todo para concretarse. La empresa estatal que en 2016 tenía 1.600 empleados hoy cuenta con 720.
El traspaso de la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA) de la Nación a la Provincia de Córdoba podría ser una realidad en el corto plazo si se concretan algunos pendientes y se avanzan en los aspectos administrativos necesarios. Fuentes cercanas a las negociaciones entre la Nación, la empresa y la Provincia aseguran que, si se resuelven ciertos detalles relacionados con el funcionamiento de la compañía y los tiempos inherentes a un proceso de esta magnitud, el traspaso será un hecho.
FAdeA, actualmente en la lista de empresas estatales que la administración de Javier Milei busca privatizar o desentenderse, se enfrenta a un dilema importante. Si bien es un proveedor clave del Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea, lo que genera reticencias entre algunos funcionarios, en la Nación se busca avanzar con el proceso de traspaso, mientras que en la Provincia de Córdoba están dispuestos a recibirla. Esta semana, Fernando Sibilla, quien presidía la empresa, anunció su renuncia en desacuerdo con el rumbo que el Estado nacional le estaba dando a la fábrica.
El contexto de la compañía hoy es diferente al de épocas anteriores, cuando, bajo el gobierno kirchnerista, la empresa contaba con más de 1.600 empleados, baja productividad y gestiones bajo investigación. En 2024, FAdeA inició el año con 950 empleados, y hoy cuenta con 720, gracias a un acuerdo con los gremios que estableció un nuevo convenio colectivo de trabajo, orientado a mejorar la productividad. A pesar de que la compañía presenta un déficit operativo, el mismo es considerado manejable para una provincia como Córdoba.
En términos financieros, el balance de 2024 aún no ha sido presentado, pero se estiman pérdidas de alrededor de US$ 10 millones, una mejora respecto a los US$ 17 millones perdidos en 2023. Según un funcionario cercano a las negociaciones, el déficit actual es relativamente pequeño comparado con otras cargas fiscales, como la de la Caja de Jubilaciones de Córdoba, que enfrenta un déficit mensual de $20.000 millones. La reestructuración de FAdeA, la reducción de costos operativos y la disminución de empleados son factores que la hacen más viable para el traspaso.
Para que el proceso avance, la clave podría estar en la intervención de Diego Chaher, actual responsable de la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado. Chaher, quien está a cargo de gestionar las privatizaciones de empresas públicas, es uno de los principales impulsores de que el traspaso de FAdeA a la Provincia de Córdoba sea una de las opciones más viables. Según fuentes de la empresa, Chaher considera que este traspaso es más fácil y transparente que una privatización, ya que implica un paso de Estado a Estado y no de lo público a lo privado.
Sin embargo, aún falta voluntad política y algunos detalles por resolver. En particular, se requieren nuevos contratos con el Estado nacional, específicamente con el Ministerio de Defensa, para activar la maquinaria de la empresa. Actualmente, no existen contratos nuevos, lo que genera incertidumbre en la operatividad de la fábrica. Los contratos de mantenimiento y reparación, como los realizados para la empresa EMBRAER, han sido fundamentales, pero es necesario renovar estos acuerdos para garantizar la viabilidad de la fábrica.
Por su parte, el gobierno de la Provincia de Córdoba ya tiene definidos algunos lineamientos para la administración futura de FAdeA. El plan incluye mantener la estructura actual de profesionales altamente capacitados, asignar la gestión de la empresa a un directorio privado y profesional, evitar la politización de la compañía y buscar nuevos negocios e inversores para proyectos a largo plazo. Si bien los detalles del traspaso aún están en proceso, las negociaciones entre FAdeA y la Provincia llevan ya seis meses, y quienes las siguen aseguran que está todo listo para su concreción.
En definitiva, el traspaso de FAdeA es una oportunidad estratégica para el país y para la provincia de Córdoba. Sin embargo, el proceso sigue dependiendo de decisiones políticas clave y de la firma de contratos que aseguren la estabilidad financiera de la empresa. De concretarse, podría marcar el comienzo de una nueva etapa para la fábrica y para la industria aeronáutica argentina.