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23 de Septiembre, día de las Bibliotecas Populares

En 1990 por el Decreto 1.935 se estableció el 23 de septiembre como Día de las Bibliotecas Populares, en recuerdo del día de promulgación de la Ley N.º 419 sancionada durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento en 1870.

Fue por aquellos años que Sarmiento ejercía la Presidencia de la Nación y el Dr. Nicolás Avellaneda era su Ministro de Instrucción, ambos habían impulsado el proyecto, que rápidamente, el Congreso de la Nación, convertiría en Ley.

Apenas sesenta años tenía la Patria, cuando estos hombres vislumbraron la importancia del rol educativo y social que el futuro reservaba para las Bibliotecas Populares. Se estaba construyendo una nueva Nación, cuya población, para entonces compuesta mayoritariamente por inmigrantes, necesitaba con urgencia un agente catalizador que amalgamara en un sólo Pueblo, las diferentes culturas que lo iban nutriendo.

Hoy la Argentina cuenta con casi 2000 bibliotecas populares distribuidas a lo largo de todo el territorio nacional, en las que se ofrecen actividades culturales en forma amplia, libre y pluralista.

La primera biblioteca popular nació en San Juan en 1866, provincia natal de Sarmiento. Es bajo su iniciativa y la contribución de otro conjunto de personas que se conforma su acervo.

Por Decreto Nº 1932/90 se establece el día 23 de setiembre para conmemorar el día de las bibliotecas populares.

Bibliotecas populares

Una biblioteca popular es una asociación civil autónoma creada por la iniciativa de un grupo de vecinos de una comunidad. Ofrece servicios y espacios de consulta, expresión y desarrollo de actividades culturales, de la lectura y de extensión bibliotecaria en forma amplia, libre y pluralista.

Las bibliotecas populares son dirigidas y sostenidas principalmente por sus socios y brindan información, educación, recreación y animación socio-cultural, por medio de una colección bibliográfica y multimedial general y abierta al público.

Sus orígenes estuvieron inspirados en los Clubes de Lectores, ideados por Bénjamin Franklin en 1727 en la ciudad de Filadelfia, y en las experiencias estadounidenses de creación de bibliotecas en aldeas y ciudades.