Cinco policías fueron imputados y detenidos por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» y por su condición de uniformados, tras el asesinato de Joaquín Paredes. El chico de 15 años murió tras recibir el impacto de una bala por la espalda, en la localidad de Paso Viejo.
En medio de la investigación por un nuevo caso de violencia institucional, tal como ocurrió con Blas Correas en Córdoba capital, el Gobierno de Córdoba ordenó que el Ministerio de Justicia y DD.HH. intervenga para esclarecer la causa.
La decisión del gobernador Juan Schiaretti se dio a conocer en la cuenta oficial de Twitter del Ejecutivo provincial.
“Por instrucción del gobernador Juan Schiaretti, el ministro de Justicia y DD.HH., Julio López, se comunicó con el padre del joven Joaquín, víctima de los hechos ocurridos esta madrugada en la localidad de Paso Viejo, haciéndole llegar el acompañamiento en esta circunstancia, y la plena colaboración de ese Ministerio para que la investigación judicial esclarezca en forma total el acontecimiento ocurrido”, indicó el Gobierno.
Joaquín fue asesinado a sangre fría el día domingo a la madrugada por la espalda mientras se encontraba con un grupo de amigos. Otro dos jóvenes también resultaron heridos y se encuentran internados.
La fiscal Fabiana Pochettino investiga la causa y no se descartan nuevas imputaciones en el caso.