Las trabajadoras comunitarias se encuentran en situación de emergencia y la construcción del feminismo popular avanza en medio de la pandemia, de la mano del sindicato de trabajadoras y trabajadores populares.
Karen Bustos fue nombrada vocal de la UTEP Nacional y reflexiona sobre la importancia de acortar brechas de género en todos los ámbitos.
«En este contexto de incertidumbre es importante no olvidarnos de las luchas en el barrio; es algo muy importante», remarca Karen.
«Una piba, de una villa, de 25 años, con un comedorcito… De pensar que no somos nada, que éramos los piqueteros de la calle y de repente se arma un sindicato y represento a mis compañeras de Córdoba… Me dio mucha alegría y todos los días voy aprendiendo», cuenta Karen.
«La problemática de género es muy grande y ahora hay familias más empobrecidas. Con restricciones no siempre podemos acompañar pibas, salir a ayudarlas. Incluso desde antes, nos paraba la policía hasta que podíamos explicar que estamos acompañando a víctimas»
«Los movimientos sociales han hecho cosas muy grandes en estos seis años «
En un 2021 con una alta tasa de femicidios, Karen destaca que lo importante es la unión por la lucha de Ni Una Menos, sin distinción de movimientos y políticas.
Desde UTEP se elaboran las agendas con una fuerte presencia de las violencias y brechas de género, para lograr paridad y equidad.
«El feminismo popular empezó a dar discusión con la Consejería de Género y Salud Integral. En los barrios saben que hay un lugar en el cual recurrir por casos de violencia», remarca.
«Estamos bien encaminadxs. Reconocer y visibilizar la violencia es un paso a paso».