Es el lugar donde vive el auténtico tango en Córdoba, porque desde sus comienzos supo interpretar el legado arrabalero original de Güemes adaptado a los cambios y la evolución que marcó el siglo XXI.
Atrás quedó el tango estructurado con bailarines engominados, mal acostumbrados a “pechar” marcando la fortaleza masculina; para dar paso a esta milonga inclusiva con libertad de movimientos y bailarines desacartonados.
En La Despensa conversamos con Andrés Palcio, propietario de la firma; a continuación podés escuchar la entrevista completa.