En la actualidad, se multiplican las actividades que visibilizan las consecuencias sociales de la crisis actual en Córdoba. Desde la economía popular, el movimiento cooperativo y el mutualismo, se intenta sostener derechos básicos como el acceso a la vivienda o la alimentación, en un contexto marcado por el retiro del Estado en esas áreas fundamentales.
Uno de los hechos más destacados fue la entrega de la vivienda número 20.000 por parte de la Cooperativa Horizonte, una organización con décadas de historia en la ciudad. La ceremonia, cargada de emoción, contó con la participación de referentes de distintas instituciones, entre ellos Marco Galán, director de Radio La Ranchada y presidente de la Mutual Carlos Mugica.
“La mayoría de las familias adjudicatarias venían aportando entre 4 y 7 años. Esto demuestra el esfuerzo enorme que hacen los sectores trabajadores para acceder a una vivienda”, destacó Galán. Y remarcó que, frente al cierre del programa Procrear, la disolución del FONAVI y la falta de políticas habitacionales en Córdoba, “las propuestas del sistema mutual y cooperativo emergen como la única alternativa real para muchísimas familias”.
En paralelo, otro problema urgente atraviesa a los barrios populares: el hambre. La situación económica, la caída del ingreso y la inflación alimentaria empujaron a miles de familias a sostenerse en comedores y merenderos, muchos de ellos sin ayuda suficiente del Estado. Según datos del municipio capitalino, funcionan al menos 1.830 espacios comunitarios que brindan comida, alcanzando a más de 120.000 personas.
“Esto es una catástrofe social. Hay una Córdoba que no puede comer y necesita respuestas urgentes”, alertó Galán. Por eso, este sábado 31 de mayo, se realizará una reunión de trabajadoras y trabajadores de comedores y merenderos populares en el Espacio Museo de la Cervecería Córdoba. El objetivo es exigir que se declare la emergencia alimentaria en la provincia.
“La emergencia alimentaria no puede esperar. Como cuando se queman los montes o hay inundaciones, acá hay que actuar. Porque el hambre también es una emergencia”, concluyó Galán.
Desde hace semanas, distintas organizaciones articulan con sectores de la Iglesia Católica, como la Vicaría de los Pobres, y han presentado un proyecto de ley en la Legislatura. La expectativa es que el reclamo avance, se traduzca en un aumento presupuestario para este año y se incluya una partida específica en el Presupuesto 2026.
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