El Gobierno Nacional oficializó este viernes la continuidad del bono de $70.000 para los jubilados y jubiladas que perciben el haber mínimo. La decisión fue comunicada mediante el decreto 367/2025, publicado en el Boletín Oficial, y se da en un contexto inflacionario que sigue superando el 2% mensual, licuando progresivamente el valor real de la ayuda extraordinaria.
Junto a esta medida, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) estableció un aumento general del 2,8% para las jubilaciones, correspondiente al índice de inflación de abril. Con esta actualización, el haber mínimo pasará a $304.723,93, y sumado el bono, el monto total para quienes cobran la mínima ascenderá a $374.723,93.
Sin embargo, si el bono adicional se hubiera actualizado según la inflación acumulada, hoy debería rondar los $158.000, según estimaciones de economistas privados. La decisión de no hacerlo se interpreta como una nueva licuación de ingresos para los sectores más vulnerables del sistema previsional.
Actualmente, hay proyectos legislativos que proponen indexar el bono según el aumento de precios, pero su tratamiento sigue bloqueado en el Congreso Nacional debido a la falta de quórum, derivada de las ausencias de legisladores del oficialismo y sus aliados.
En paralelo, se informó que la jubilación máxima pasó a $2.050.503, mientras que también se definieron otros valores previsionales:
- Base imponible mínima: $102.630,97
- Base imponible máxima: $3.335.458,18
- Prestación Básica Universal (PBU): $139.397,29
- Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM): $243.779,14
Pese al leve ajuste, el poder adquisitivo de las y los jubilados continúa en retroceso. Según cálculos privados, los haberes vienen acumulando pérdidas frente a la inflación desde fines de 2023, y el bono congelado representa uno de los puntos más críticos en la política previsional actual.
