En las últimas horas, una veintena de cadáveres fue hallada en una fosa común ubicada en un descampado del barrio Campo de la Ribera, en la zona sudeste de la ciudad de Córdoba.
El descubrimiento se produjo durante excavaciones realizadas en un predio cercano a donde funcionó uno de los centros clandestinos de detención más emblemáticos de la última dictadura militar. Los restos óseos aparecieron enterrados a poca profundidad, lo que activó de inmediato la intervención de las autoridades y equipos forenses especializados.
No es la primera vez que aparecen restos humanos en la zona. Según la información preliminar, los nuevos restos no estarían vinculados al terrorismo de Estado, sino a víctimas de una grave epidemia de cólera que afectó a Córdoba y otras provincias hacia 1880.
Sin embargo, la cercanía con el ex centro clandestino de Campo de la Ribera vuelve a poner en escena la memoria de un lugar que operó como centro de detención, tortura y exterminio entre diciembre de 1975 y mediados de 1978. El predio estuvo abandonado durante años, hasta que en 1989 el entonces gobernador Eduardo Angeloz impulsó la instalación de tres establecimientos educativos en la zona.
Peritos y autoridades trabajan para determinar la antigüedad precisa de los restos y confirmar su origen. Se espera la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense y la Justicia Federal para descartar cualquier vínculo con crímenes de lesa humanidad, dado el contexto histórico del barrio.
Mientras tanto, vecinos y organizaciones de derechos humanos piden extremar los cuidados para que toda excavación o intervención en este sitio se realice con perspectiva de memoria, verdad y justicia.