El Día del Niño 2025 dejó resultados mixtos para el comercio minorista en Argentina. Según el relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas pymes registraron una caída de 0,3% interanual, medidas a precios constantes. Si bien se trató de una baja acotada en comparación con el desplome del 14,4% observado en 2024, la fecha volvió a mostrar que no logra convertirse en un verdadero motor de consumo, pese al gran despliegue de promociones, descuentos y facilidades de pago ofrecidas por más del 87% de los comercios.
El ticket promedio de compra se ubicó en $33.736, frente a los $31.987 del año anterior. Sin embargo, al descontar la inflación, el resultado refleja una caída real del 21,1%. Esto demuestra que, aunque las familias recurrieron a opciones de financiamiento y aprovecharon descuentos, las compras fueron de menor valor y se orientaron hacia regalos más económicos.
Entre los factores externos que influyeron en la dinámica comercial se destacan el feriado previo, el clima frío y la cercanía de otras fechas con promociones nacionales, que dispersaron el flujo de clientes. Para algunos comercios, el Día del Niño funcionó más como una oportunidad de liquidar productos de temporadas anteriores o con baja rotación que como una instancia de consumo genuino.
El análisis sectorial de la CAME muestra diferencias significativas entre rubros. Calzado y marroquinería fue uno de los que mostró un mejor desempeño, con un crecimiento del 5,3% interanual, impulsado por ventas con tarjeta de crédito en planes de 3 y 6 cuotas sin interés. En tanto, el rubro de equipos de audio, video, celulares y accesorios apenas creció 0,4%, con operaciones mayormente financiadas.
En indumentaria y accesorios, el ticket promedio alcanzó los $37.697 y las ventas crecieron 3% respecto al 2024, aunque con resultados dispares: algunos locales reportaron ventas bajas, mientras que otros superaron lo esperado, pero con márgenes ajustados. En jugueterías, sector clave para esta fecha, las ventas apenas crecieron 1% respecto al año pasado en términos de unidades, pero al analizar la facturación se registró una fuerte contracción real.
La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) fue más categórica: reportó una baja del 5,2% en ventas respecto al 2024. Si bien las tiendas físicas siguen concentrando el 76% de las operaciones, el comercio electrónico creció un 30% y alcanzó el 24% del total, sin llegar a compensar la caída de las ventas presenciales. El ticket promedio en jugueterías de cercanía fue de $13.000, mientras que en grandes cadenas trepó a $38.000, con fuerte presencia de productos importados.
Desde la CAIJ advirtieron además sobre el impacto de las importaciones, que entre enero y julio aumentaron 114% en volumen y 84% en valor, lo que equivale a 13.752 toneladas. La industria nacional del juguete, integrada por unas 180 pymes y más de 8.000 empleos, opera actualmente al 50% de su capacidad, presionada por mayores costos logísticos e impositivos.
Entre los productos más demandados este año se destacaron los juguetes didácticos, los juegos de mesa, los peluches de capibaras y el coleccionable viral “Labubu”, que se agotó rápidamente por su difusión en redes sociales. Sin embargo, la mayor parte de las ventas se realizó a precios de costo o con márgenes muy ajustados, en un intento de no perder clientela.