El crítico aclaró desde el inicio que su mirada estaría centrada en la película y no en las polémicas posteriores a su estreno. En ese sentido, sostuvo que Homo Argentum “no es una película que merezca un análisis exhaustivo, porque se limita a ser una comedia sin siquiera conformarse como una sátira ni aportar una mirada profunda sobre lo que significa ser argentino”.
Para Chaco Cine, uno de los principales problemas fue la manera en que se presentó el filme: “La forma en que la vendieron fue errónea. Se instaló como si fuera una radiografía del ser argentino y, para mí, no lo es en absoluto. Se construyó desde una perspectiva muy sesgada y esencialmente porteña”.
El columnista recordó que esa mirada ya estaba presente en trabajos anteriores de Cohn y Duprat: “En varias películas hay una visión estigmatizante de ciertos grupos sociales. El ciudadano ilustre, por ejemplo, retrata personajes de pueblo desde muchos clichés. Y en Homo Argentum ocurre algo parecido: los personajes que hace Francella representan una idea de lo argentino, pero pensada desde alguien que vive en la capital”.
La película está compuesta por 16 cortos independientes que, en opinión del crítico, ofrecen un resultado irregular: “Algunos funcionan bien y logran sacar una sonrisa, pero otros parecen construidos solo para reforzar prejuicios. La diversidad de identidades que existen en el país queda completamente ausente”.
También cuestionó el uso excesivo de la publicidad en la trama. “Aparece de manera abrupta, con primeros planos forzados y diálogos que desembocan en nombrar marcas. En algunos casos, pareciera que los cortos se hicieron directamente para promocionar algo. No es parte del universo narrativo, sino un chivo muy evidente”, señaló.
Como contrapunto, recomendó comparar ciertos pasajes de la película con otras obras que abordan problemáticas similares con mayor profundidad. “Por ejemplo, el personaje del cura en Homo Argentum queda muy lejos de lo que muestra Elefante Blanco de Pablo Trapero, donde se refleja con más realismo la labor de los curas en las villas”, sugirió.
En conclusión, Chaco Cine sostuvo que la película “funciona como comedia y para ver a Francella actuar de Francella, pero no mucho más. Si se la quiere tomar como una obra que reflexiona sobre la identidad nacional, queda muy lejos: es superficial, irregular y solo resalta aspectos negativos sin mayor profundidad”.
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