La organización Abuelas de Plaza de Mayo celebró este jueves la decisión del Senado de derogar el Decreto 351/2025, que impulsaba la transformación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). La medida, presentada por el Poder Ejecutivo bajo el argumento de “reducir el sobredimensionamiento estatal” y “disminuir el déficit fiscal”, fue rechazada de manera contundente en la Cámara alta, con 58 votos en contra, 12 a favor y una abstención.
Con la decisión parlamentaria, se puso fin a un decreto que generó una fuerte reacción entre los organismos de derechos humanos, que lo consideraban un intento de limitar la autonomía y la eficacia de una de las instituciones más importantes en el proceso de restitución de identidad de los nietos apropiados durante la última dictadura militar.
“El Banco Nacional de Datos Genéticos no se toca. La búsqueda de los nietos tampoco”, afirmó Abuelas de Plaza de Mayo en un comunicado difundido tras la votación. La organización histórica remarcó que la iniciativa oficial atentaba contra la independencia del organismo, creado en 1987 con el objetivo de garantizar científicamente la identificación de los hijos e hijas de personas desaparecidas.
En su mensaje, Abuelas también destacó “la responsabilidad histórica de los senadores y senadoras de la Nación que pusieron un freno al abuso de poder del Ejecutivo”. La entidad sostuvo que el rechazo legislativo representa un triunfo de la democracia y un respaldo a la lucha por la memoria, la verdad y la justicia que continúa vigente en Argentina.
El Decreto 351/2025 planteaba convertir al Banco Nacional de Datos Genéticos en un organismo desconcentrado bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete, lo que significaba la pérdida de su autarquía. Asimismo, proponía la eliminación de cargos administrativos clave y la transferencia de sus recursos financieros a la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Para los organismos de derechos humanos, estas modificaciones ponían en riesgo la independencia técnica del BNDG y su capacidad de garantizar procesos de identificación libres de presiones políticas.
Desde su creación, el BNDG ha sido una pieza central en la restitución de identidad de hijos e hijas de desaparecidos durante la dictadura y en el esclarecimiento de crímenes de lesa humanidad. Su reconocimiento a nivel internacional lo convirtió en un referente científico y jurídico. Por ello, el intento de modificar su estructura generó una amplia oposición en distintos sectores académicos, judiciales y de derechos humanos.
“El rechazo parlamentario ratifica la vigencia de la memoria, la verdad y la justicia en nuestro país”, expresaron desde Abuelas. La frase sintetiza el espíritu de una votación que no solo anuló un decreto, sino que también reafirmó el compromiso institucional con la defensa de los derechos humanos como política de Estado.
El contundente resultado en el Senado mostró un amplio consenso político en torno a la necesidad de preservar al Banco Nacional de Datos Genéticos como un organismo autónomo e independiente. Distintos bloques legislativos coincidieron en que la medida impulsada por el Ejecutivo representaba un retroceso en materia de derechos humanos, ya que debilitaba las herramientas para garantizar el derecho a la identidad.
La derogación del decreto se inscribe además en un contexto en el que los organismos de derechos humanos mantienen activa la búsqueda de más de 300 nietos y nietas cuya identidad aún falta restituir. En este marco, cada intento por modificar las instituciones que sostienen esa tarea es percibido como una amenaza directa a la memoria colectiva y a la justicia.
La celebración de Abuelas de Plaza de Mayo marca un nuevo capítulo en la defensa del Banco Nacional de Datos Genéticos y refuerza la importancia de mantener intactas las políticas que han permitido al país avanzar en la reparación de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura.