Una exhaustiva investigación periodística destapó un esquema de gastos injustificados y nombramientos familiares, llevando a una auditoría que confirmó anomalías y a una denuncia penal contra Mariela Parisi.
La exdecana de la Facultad de Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Mariela Parisi, se encuentra imputada tras una investigación periodística que expuso diversas irregularidades durante su mandato. Lázaro Llorens, periodista de «Striptease del Poder» y egresado de la UNC, inició su pesquisa al observar una abstención inusual de la facultad de Parisi en la votación de un plan de ajuste presupuestario en los Servicios de Radio y Televisión (SRT), el multimedio universitario.
Llorens relató cómo, tras esa abstención, Daniel Barraco –primo de César Barraco, esposo de la entonces decana– asumió como interventor en SRT, mientras César Barraco presuntamente «empezó a quedarse con los espacios de todos los periodistas que estaban siendo rajados». Estos hechos motivaron a Llorens a publicar un post en Facebook que sugería la existencia de una «Parisi Barraco Sociedad Anónima».
A raíz de su publicación, Llorens comenzó a recibir de forma privada una avalancha de información sobre supuestas irregularidades cometidas por la decana. Entre los datos, que el periodista verificó con documentos oficiales sellados de la facultad, se encontraban: gastos en supermercados, nombramientos del marido, de la hija y de una amiga de la hija, viajes al exterior, y «autotitularizaciones» irregulares. Llores confirmó la veracidad de estos datos consultando el digesto, una página web pública de la universidad donde se publican todas las resoluciones y actos de gobierno, investigando durante aproximadamente tres meses.
A pesar de que Mariela Parisi lo denunció penal y civilmente por difamación, exigiendo 25.000 dólares y el embargo de su automóvil, Llorens afirmó que la denuncia carece de fundamento, ya que la información se basaba en documentación oficial firmada por la propia decana. Posteriormente, la oposición dentro de la UNC presentó una solicitud para que se investigara el contenido de las notas de Llorens.
Una auditoría limitada, aunque abarcó solo una parte de las irregularidades, confirmó la existencia de «contrataciones mal hechas, gastos mal hechos y compras mal realizadas». A raíz de estas confirmaciones y el golpe mediático y judicial, la universidad ha comenzado a tomar medidas. Recientemente, se le habría labrado un sumario administrativo a la exdecana.