Las elecciones legislativas realizadas en la provincia de Buenos Aires marcaron un fuerte golpe político para la gestión nacional de Javier Milei. Los comicios, que fueron nacionalizados desde el propio Poder Ejecutivo central, arrojaron un resultado que favoreció ampliamente al oficialismo peronista, Fuerza Patria, liderado por Axel Kicillof, lo que reconfigura el mapa político del principal distrito electoral del país. Con la totalidad de las mesas escrutadas, se confirmó que Fuerza Patria alcanzó el 47,28% de los votos, mientras que La Libertad Avanza se ubicó en la segunda posición con un 33,71%. Muy por detrás quedaron Somos Buenos Aires, con un 5,26%, y el Frente de Izquierda Unidad, con un 4,37%, lo que refleja una fuerte polarización entre las dos principales fuerzas políticas.
El oficialismo no solo logró imponerse en la primera y tercera secciones electorales, que son las de mayor densidad poblacional y representan el corazón del conurbano bonaerense, sino que también consolidó victorias en la segunda, cuarta, séptima y octava sección. Estos resultados evidencian un respaldo masivo hacia la gestión provincial y, al mismo tiempo, representan un duro revés para el proyecto de Milei, que apostaba a mostrar fortaleza en el distrito más poblado de la Argentina.
La decisión de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales, una estrategia promovida por el gobernador Kicillof pese a las discusiones internas que generó dentro del peronismo, terminó siendo clave para alcanzar este resultado. Al separar los comicios, el mandatario bonaerense buscó instalar una agenda propia y evitar que la fuerte impronta de la política nacional condicionara el desempeño del oficialismo en la provincia. Los números finales demostraron que la jugada dio resultado, ya que Fuerza Patria consiguió una ventaja amplia y difícil de cuestionar.
La jornada electoral comenzó con las demoras habituales en la apertura de algunas mesas de votación, aunque rápidamente se normalizó y se desarrolló sin incidentes de gravedad. Durante las primeras horas, la participación rondaba el 30% del padrón, un número similar al registrado en elecciones anteriores, aunque en 2023 esa cifra correspondía a comicios donde se votaban cargos nacionales, mientras que en esta ocasión se trató exclusivamente de categorías legislativas provinciales.
En total, alrededor de 14 millones de bonaerenses estaban habilitados para sufragar en estas elecciones, lo que refleja la magnitud de este distrito, considerado decisivo en cualquier escenario político del país. El desenlace de estos comicios generó gran expectativa en todo el arco político nacional debido a que las encuestas previas señalaban una competencia mucho más pareja entre el oficialismo peronista de Kicillof y la oposición encabezada por La Libertad Avanza. Sin embargo, la diferencia final fue contundente y superó incluso las proyecciones más optimistas del oficialismo.