Transcurridas menos de 24 horas después de la dura derrota electoral sufrida en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno nacional anunció la conformación de una mesa política nacional. El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue el encargado de dar a conocer la medida, explicando que el presidente Javier Milei tomó la decisión de encabezar personalmente este nuevo espacio de conducción, que estará integrado por sus figuras de mayor confianza: Karina Milei, Guillermo Francos, Patricia Bullrich, Santiago Caputo, Martín Menem y el propio Adorni. La iniciativa se interpreta como la primera reacción institucional del oficialismo tras perder en las elecciones bonaerenses por 47% a 33% frente a Fuerza Patria, resultado que significó un fuerte golpe político para el mandatario y su espacio, La Libertad Avanza.
Pese a lo que podía suponerse luego de una derrota de semejante magnitud, Milei no anunció cambios en el Gabinete nacional, algo que varios analistas daban por hecho en las horas previas. En lugar de oxigenar el equipo de gestión, el Presidente optó por reforzar su núcleo más cercano y avanzar con la conformación de este nuevo ámbito de coordinación política. Según fuentes oficiales, la decisión responde tanto al resultado electoral como a la fuerte interna que golpeó al oficialismo, con denuncias de corrupción y disputas públicas que expusieron fragilidades en la estructura de gobierno.
Además de la mesa nacional, Adorni informó que Milei instruyó al jefe de Gabinete a convocar a una mesa de diálogo federal con los gobernadores. La medida aparece como un intento de recomponer vínculos luego de las críticas de mandatarios provinciales, entre ellos el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, quien había cuestionado duramente la falta de obras y reclamado mayor reciprocidad en la relación con la Nación. En paralelo, se anunció la ampliación de la mesa política de la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de sumar nuevos referentes y rediseñar la estrategia electoral de cara a los comicios generales legislativos del 26 de octubre.
La noticia también dejó en evidencia tensiones internas. Según el portal La Política On Line, Santiago Caputo habría quedado en shock con el anuncio, ya que venía impulsando una propuesta distinta que incluía un acuerdo de unidad nacional con sectores del PRO y con parte del peronismo no kirchnerista, lo que implicaba incluso reconfigurar el Gabinete. Sin embargo, la posición de Karina Milei terminó imponiéndose y selló el rumbo hacia una mesa cerrada al círculo de mayor confianza del Presidente.
Desde la oposición no tardaron en llegar las críticas. El diputado socialista Esteban Paulón señaló que Milei “simula cambios” y que el verdadero problema es la influencia de Karina Milei, a quien consideró indivisible del mandatario. En un mensaje irónico, cuestionó la idea de un “nuevo pacto de mayo” y sostuvo que el Gobierno carece de rumbo. También se pronunció el dirigente sindical Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, quien consideró inaceptable que la respuesta a la derrota electoral sea únicamente la creación de una mesa política. “Tienen que aceptar la derrota y cambiar el rumbo económico. Con una mesa política no van a lograr que los trabajadores y jubilados lleguen a fin de mes”, expresó.
La derrota en Buenos Aires encendió todas las alarmas en la Casa Rosada, ya que el distrito concentra la mayor cantidad de electores del país y es considerado clave para cualquier proyecto político. Aunque Milei busca mostrar control y cohesión interna, las presiones externas y las tensiones dentro de su propio espacio marcan un escenario complejo en la antesala de las elecciones nacionales.