Los trabajadores de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) manifestaron su repudio ante la posible privatización de las centrales nucleares argentinas, en un contexto que definen como un “desguace” del sector nuclear nacional. A través de distintas acciones realizadas en sedes de todo el país, expresaron su preocupación por las políticas impulsadas por el gobierno nacional y exigieron medidas urgentes para proteger el patrimonio científico y tecnológico del país.
Durante la mañana del miércoles, se llevó adelante un banderazo en el edificio de Constituyentes; en Bariloche se leyó una carta abierta dirigida al presidente de la CNEA, Germán Lavalle, y en las centrales de Ezeiza y Mendoza se realizaron asambleas y entregas de volantes en contra de la privatización y el vaciamiento del organismo. Estas acciones contaron con la participación de trabajadoras y trabajadores de distintas áreas, así como referentes gremiales y representantes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en la CNEA.
En un comunicado difundido por ATE, los empleados expresaron:
“Repudiamos enérgicamente el intento de privatizar la Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), empresa pública que administra las centrales nucleares del país y denunciamos el avance del Gobierno en exigir la entrega del paquete accionario de CNEA en NASA, dejándonos fuera sin considerar que somos un actor fundamental en el desarrollo nuclear argentino”.
Los trabajadores advierten que la gestión del presidente Javier Milei busca vender la empresa a capitales privados con el único objetivo de apropiarse del superávit que genera NASA, comprometiendo así la soberanía argentina y debilitando un sector estratégico para el país.
En su declaración, los empleados remarcaron que este avance privatizador se enmarca en un proceso más amplio de desmantelamiento del sector nuclear argentino, que incluye:
- La paralización del proyecto CAREM, primera central nuclear de potencia íntegramente nacional.
- El intento de entrega de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP).
- La privatización de la producción del reactor RA-10.
- La destrucción de proyectos estratégicos por falta de presupuesto.
- La renuncia de trabajadores calificados debido a salarios bajos y congelados.
“Mientras frenan deliberadamente el desarrollo nuclear nacional y promueven dependencia tecnológica extranjera, el gobierno continúa endeudando al país y entregando recursos estratégicos. En apenas dos días, se fugaron divisas equivalentes al costo de dos centrales CAREM. Este entramado de poder se pone al servicio de los negocios privados y no de la soberanía nacional”, expresaron los trabajadores en su comunicado.
Asimismo, denunciaron la grave situación laboral que atraviesan dentro de la CNEA. Según indicaron, existe un congelamiento salarial que llevó a que más del 80% del personal cobre por debajo de la línea de pobreza. También alertaron sobre jubilaciones compulsivas que afectan áreas enteras, la eliminación de los pases a planta permanente y la precarización laboral de becarios y contratados, muchos de los cuales se vieron obligados a abandonar el organismo.
En ese sentido, los trabajadores exigieron al presidente de la CNEA, quien además ocupa múltiples cargos en NA-SA, INVAP, CONUAR y el Consejo Nuclear Argentino, que se adopten medidas inmediatas para revertir la crisis del sector. Entre los reclamos se destacan:
- Recomposición salarial urgente.
- Pase a planta permanente para becarios y contratados.
- Un presupuesto real para funcionar y desarrollar todas las líneas de trabajo.
- Fin del vaciamiento y de la privatización del sector nuclear argentino.
Las y los trabajadores remarcaron la importancia estratégica del sector nuclear para el desarrollo científico-tecnológico del país, la generación de energía limpia y segura y la soberanía nacional. “Defender la CNEA y las centrales nucleares es defender décadas de conocimiento, inversión pública y trabajo argentino”, señalaron.
Con estas acciones, el personal de la CNEA busca visibilizar la situación crítica del sector y sumar apoyo social y político para frenar las medidas privatizadoras. Además, llamaron a legisladores y legisladoras a involucrarse en la defensa del sector nuclear, entendiendo que se trata de un recurso estratégico para el desarrollo nacional y no de una simple unidad económica susceptible de ser privatizada.