La iniciativa de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) de la UNC regresa a Radio La Ranchada con una columna quincenal. A través de talleres de expresión, personas privadas de su libertad producen textos, reflexiones y hasta juegos que luego son compartidos en el programa por los docentes a cargo.
Desde la cárcel de Bouwer, en Córdoba, un grupo de más de 50 personas privadas de su libertad han encontrado en la palabra una herramienta para reflexionar sobre su presente, imaginar un futuro en libertad y compartir sus vivencias con el exterior. Esto es posible gracias a «Libre Voz», una columna radial que forma parte de un proyecto de extensión de la FCC con más de 20 años de trayectoria. La iniciativa regresa al aire de Radio La Ranchada, con el objetivo de amplificar las voces que surgen desde el encierro.
El proyecto, que se desarrolla actualmente en el módulo MD2, consiste en talleres semanales donde docentes, graduados y estudiantes universitarios se encuentran con los internos para producir diversos contenidos. A lo largo del año han trabajado en la creación de textos para una revista tipo fanzine, dibujos y reflexiones sobre la vida en la cárcel, las causas que los llevaron allí y, fundamentalmente, sus expectativas y sueños para cuando recuperen la libertad.
Debido a las restricciones para ingresar tecnología como micrófonos o grabadores al penal, los docentes actúan como «mediadores» que traen la palabra de los internos al programa de radio. «Somos mediadores por ahora», explica Pablo, uno de los profesores a cargo, quien aclara que desde la radio prestan sus voces para leer los potentes textos, tanto individuales como colectivos, que se escriben en los talleres.
Más allá del relato testimonial, el proyecto también incorpora una dimensión lúdica como un escape mental del oscuro entorno carcelario. Una de las actividades destacadas fue el diseño de juegos, como una versión propia del «juego de la oca» que un grupo bautizó como la «oca tumbera». Según los responsables, generar actividades de juego permite evadirse, pensar en el pasado y desarrollar una línea de pensamiento más positiva.
Esta iniciativa no solo ofrece un espacio de expresión, sino que también cumple un rol fundamental en la resocialización, ya que la educación es un requisito clave para que las personas privadas de su libertad puedan acceder a beneficios como la libertad condicional. En ese sentido, los talleres suplen una carencia de plazas educativas dentro del servicio penitenciario, convirtiéndose en una oportunidad de formación y diálogo en la que, como señalan sus protagonistas, «todos aprendemos». La columna «Libre Voz» se emitirá cada 15 días, los lunes, en el programa «La vida y la libertad» de Radio La Ranchada.