Luz Haro Guanga: “La educación es lo más grande que puede tener una persona»

La referenta ecuatoriana y dirigente latinoamericana, Luz Haro, visitó Córdoba en el marco de dos actividades clave: la diplomatura de acompañantes comunitarias contra la violencia de género de la Secretaría de la Mujer y el sexto Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Rurales.
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“Estuve el día 20 de septiembre, gracias a la invitación de Claudia Martínez, secretaria de la Mujer. Participo de esta diplomatura desde 2018 y me llena de alegría ver cómo creció este proyecto. Pasó de 800 mujeres a casi 28 mil, y se expandió a 133 puntos no solo en Córdoba sino también en otros países de la región”, señaló Haro.

Durante su intervención, compartió su propia historia marcada por las desigualdades en el acceso a la educación: “Cuando nací en Ecuador, hace 76 años, no era importante que las niñas del campo termináramos la escuela. Yo apenas tuve cuatro años de escuela y tuve que sumarme a las tareas del hogar, y a los 13 querían que me case con un hombre de 50. Me rebelé, me escapé y, años después, terminé la escuela a los 22, me gradué a los 44 y seguí formándome”.

Para Haro, la educación es “lo más grande que puede tener una persona. Nos pueden robar todo, hasta los zapatos, pero el conocimiento no”. En esa línea, subrayó que invertir en formación para las mujeres rurales es clave: “Si tenemos conocimiento podemos desarrollar mejores ideas, agregar valor a la producción y abrir caminos en el mercado local, nacional e internacional”.

La dirigente también resaltó el rol histórico de las mujeres rurales en el cuidado de la vida y de la tierra: “El agua no nace en los palacios de gobierno, nace en las montañas. Y ahí estamos nosotras. Somos el soporte silencioso de nuestros pueblos, muchas veces sin salario, ni horario, no sabemos lo que es una vacación ni un aguinaldo ni seguridad social”.

En relación a los desafíos actuales, Haro recordó que desde 2006 la Red de Mujeres Rurales de Latinoamérica y el Caribe impulsa el “Decenio por los derechos de las mujeres rurales, adolescentes y niñas”, reconocido en 2024 por la OEA. “Pedimos a los tomadores de decisión que hagan suyo este decenio y que bajen políticas públicas a la ruralidad profunda”, expresó.

Consultada sobre la violencia de género en América Latina, Haro fue contundente: “El deber de los Estados es garantizar el bienestar de la población, y más del 50 por ciento somos mujeres, y de ese porcentaje, una gran parte somos mujeres rurales. Sin embargo, la violencia se agrava cada vez más, cruzada por factores como el narcotráfico o el terrorismo. En Ecuador, cada 48 horas muere una mujer por femicidio. Es horrendo”.

La referente advirtió que incluso quienes deberían garantizar la seguridad están implicados en casos de violencia: “En Ecuador hubo femicidios cometidos por policías y militares. No podemos silenciar esta situación. Detrás de cada mujer asesinada quedan hijos e hijas en total indefensión”.

Finalmente, Haro llamó a repensar el rol de los hogares en la prevención de la violencia: “La educación viene de la casa. Si tenemos hijos e hijas, debemos enseñarles a valorarse y respetarse. La paz y el respeto empiezan desde el vientre de las madres”.

El encuentro en Córdoba reunió a 200 mujeres de 17 países y reforzó los lazos de hermandad en la región. “Sigamos apostando al bien común, no a la guerra, sí a la paz”, concluyó Haro.

Escuchá la nota completa con Luz Haro Guanga acá:

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