El mapa político de la Argentina volvió a teñirse mayoritariamente de violeta. En las elecciones legislativas, La Libertad Avanza (LLA) se impuso como la fuerza más votada a nivel nacional, con más de ocho millones de votos, consolidando así el liderazgo del presidente Javier Milei y revalidando su gestión a casi un año de haber asumido. El oficialismo nacional logró imponerse en los cinco distritos de mayor peso electoral —Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza— y consiguió una expansión inédita de su representación parlamentaria.
En la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli encabezó la lista libertaria y dio el batacazo con una ajustada victoria de menos de un punto sobre Fuerza Patria, que llevó como candidato a Jorge Taiana. En la Ciudad de Buenos Aires, Patricia Bullrich obtuvo más del 50 por ciento en la categoría Senadores, mientras que en Mendoza el ministro de Defensa, Luis Petri, alcanzó un contundente 53%. Los libertarios también se impusieron con holgura en Córdoba, con el 42 por ciento de los sufragios, y en Santa Fe, con el 40 por ciento, superando por más de diez puntos a Provincias Unidas, que quedó en segundo lugar.
A estos resultados se sumaron victorias en Tierra del Fuego, Chubut, Neuquén, Río Negro, San Luis, Entre Ríos, Misiones, Chaco, Jujuy y Salta, configurando un escenario político ampliamente favorable para el oficialismo. Solo algunos bastiones peronistas lograron resistir: Formosa, La Rioja, San Juan, Catamarca, Tucumán y La Pampa mantuvieron la supremacía del justicialismo, mientras que en Santa Cruz la lista encabezada por el cura Juan Carlos Molina, de Fuerza Patria, dio la sorpresa al imponerse frente a los libertarios.
Los únicos oficialismos provinciales que lograron imponerse fueron el Frente Cívico de Santiago del Estero, que lidera Gerardo Zamora, con una diferencia de 30 puntos, y el frente Vamos Corrientes, del gobernador Gustavo Valdés, que se impuso por apenas un punto.
Con este resultado, La Libertad Avanza obtuvo el 40,84 por ciento de los votos en la categoría de diputados nacionales, seguida por Fuerza Patria, con el 24,50 por ciento, y Provincias Unidas, con el 5,12 por ciento. En el Senado, el oficialismo sumará 13 nuevas bancas a partir del 10 de diciembre, al haberse impuesto en seis de las ocho provincias que renovaban representantes, pasando de siete senadores a veinte y quedando a solo diecisiete del quórum propio.
Apalancado en este triunfo, Javier Milei celebró la victoria y convocó al diálogo a los bloques provinciales y a los gobernadores para encarar lo que definió como “la etapa más reformista de la historia argentina”. El mandatario destacó la implementación de la Boleta Única de Papel, que calificó como “un debut maravilloso”, y afirmó que el sistema “termina con la trampa y garantiza transparencia”. También subrayó que el oficialismo pasará “de 37 a 101 diputados propios” y “de 7 a 20 senadores”, lo que le permitirá avanzar con su agenda de reformas junto a legisladores de espacios dialoguistas.
En su mensaje, Milei enfatizó que “a partir del 10 de diciembre tendremos el Congreso más reformista de la historia argentina” y sostuvo que “en muchas provincias, la segunda fuerza no fue el kirchnerismo sino los oficialismos provinciales”, en referencia al retroceso del peronismo.
Del otro lado, Fuerza Patria enfrentó una jornada de resultados adversos, luego de haber logrado una resonante victoria en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. La derrota en Buenos Aires, donde perdió por menos de un punto, reavivó las tensiones internas y abrió una nueva etapa de cuestionamientos hacia el gobernador Axel Kicillof por su decisión de desdoblar los comicios provinciales.
En tanto, Provincias Unidas, que buscaba consolidarse como una tercera vía federal con proyección presidencial hacia 2027, tuvo un desempeño discreto: solo pudo imponerse en Corrientes, pese a competir en cinco provincias.

