La causa por el femicidio de Brenda Torres, la joven asesinada y descuartizada en Córdoba a fines de julio, fue elevada a juicio con dos hombres acusados como coautores del crimen. A menos de cuatro meses del hallazgo de los restos, el fiscal Horacio Vázquez dio por concluida la investigación y solicitó la elevación a juicio, al considerar que la prueba reunida durante el proceso resulta suficiente para sostener la acusación.
Los imputados son Christian Alexis Aranda, de 38 años, y Gustavo Martín Lencina, de 53, quienes permanecen detenidos en el complejo penitenciario de Bouwer. Ambos enfrentan cargos por homicidio agravado por mediar violencia de género, delito que prevé la pena de prisión perpetua.
Según las fuentes judiciales, la investigación logró reconstruir con precisión los hechos ocurridos a fines de julio en la zona de Chateau Carreras, donde Brenda Torres fue vista por última vez con vida. Los peritajes realizados sobre los teléfonos celulares de los acusados resultaron determinantes para el avance del caso: los análisis revelaron conversaciones, búsquedas y mensajes que vinculan a Aranda y Lencina con el crimen, tanto antes como después de su ejecución.
De acuerdo con los investigadores, el contenido digital permitió confirmar que ambos hombres actuaron de forma coordinada y con plena conciencia de sus acciones. Los indicios obtenidos —sumados a testimonios, peritajes forenses y registros fílmicos— consolidaron la hipótesis de la coautoría en el homicidio.
El caso provocó una profunda conmoción social en Córdoba por la brutalidad del hecho. Brenda Torres, de 24 años, fue asesinada y descuartizada, y sus restos fueron hallados en distintos puntos del barrio Chateau Carreras, una zona ubicada al noroeste de la ciudad. El hallazgo se produjo luego de una intensa búsqueda que había comenzado tras la denuncia de su familia por desaparición.
Uno de los episodios más estremecedores del caso fue el momento en que el propio padre de Brenda encontró parte del cuerpo de su hija mientras recolectaba leña en un descampado de la zona. Ese hallazgo permitió a los investigadores delimitar el área de búsqueda y avanzar con el trabajo de los equipos forenses, que luego lograron recuperar el resto de los restos de la joven.
Los informes de la Policía Judicial confirmaron que Brenda murió a causa de múltiples puñaladas en el corazón, y descartaron que el consumo de drogas haya tenido alguna relación con la causa de muerte. Los peritos también señalaron que el descuartizamiento se produjo después del fallecimiento, con el objetivo de ocultar el cuerpo y entorpecer la investigación.
Desde el inicio del caso, la familia de Brenda reclamó una respuesta rápida de la Justicia y pidió que el proceso avanzara con celeridad. El fiscal Vázquez encabezó una investigación que, en menos de cuatro meses, logró reunir los elementos suficientes para sostener la acusación formal contra los dos sospechosos. La decisión de elevar la causa a juicio fue celebrada por el entorno de la víctima como un paso importante hacia la obtención de justicia.
El proceso judicial continuará ahora en el fuero penal de Córdoba, donde se espera que el juicio oral se realice durante el próximo año. De ser hallados culpables del delito que se les imputa, Aranda y Lencina podrían recibir prisión perpetua, la pena máxima prevista en el Código Penal para los casos de femicidio.

