El politólogo cordobés Juan Manuel Reynares presentó en La Despensa los principales resultados de un nuevo informe del Observatorio de Opinión Pública y Problemáticas Sociales del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Villa María. El estudio, elaborado junto a la consultora Zuban Córdoba y Asociados, indaga en las tendencias ideológicas y el vínculo de las juventudes con la política en el contexto nacional.
Reynares explicó que el trabajo surge de la necesidad de producir datos propios y analizar el comportamiento político de quienes nacieron entre 1995 y 2010, un grupo que viene mostrando transformaciones “rápidas, aceleradas” en sus formas de socialización, consumo de información y participación. “Es realmente una problemática a tener en cuenta”, señaló, al destacar la relevancia de comprender cómo piensan y sienten las personas jóvenes.
Según comentó, el observatorio articula investigadores, docentes y estudiantes de la UNVM con el equipo de la consultora, combinando estudios cualitativos y encuestas cuantitativas. El informe más reciente se difundió a través del formato habitual de “Domingo de Dato” y con un dossier ampliado disponible en el sitio del observatorio.
Uno de los datos que llamó la atención del politólogo es que, en la encuesta realizada online a 500 jóvenes de 16 a 30 años, se registraba un nivel de respaldo significativo a la gestión nacional. Aunque estas percepciones suelen variar con rapidez, Reynares remarcó que, incluso en un contexto de caída general en la imagen del presidente, “la juventud tiende a defenderlo un poco más, a apoyarlo un poco más, a confiar un poco más”.
Aun así, advirtió que este apoyo convive con sensaciones atravesadas por la incertidumbre y el malestar. Más del 60% de los encuestados manifestó interés por la política, pero los sentimientos predominantes son negativos: ansiedad, bronca, tristeza. “Lo peor es la indiferencia, pero siguen siendo muchos sentimientos negativos”, afirmó.
Al analizar los niveles de confianza institucional, Reynares puntualizó que las universidades aparecen nuevamente entre los espacios mejor valorados. En cambio, partidos políticos, sindicatos, medios de comunicación y el Congreso siguen ocupando los últimos lugares. A ese grupo se suman colectivos feministas, organizaciones LGBTIQ+ e incluso influencers y canales de YouTube, que también muestran bajos niveles de confianza.
En ese panorama, la figura de Javier Milei continúa siendo —para parte de la juventud que lo votó— un actor atractivo. “Provoca ese cierto encanto que todavía persiste”, explicó.
Otro eje del estudio se concentra en las percepciones sobre la democracia. Si bien la mayoría sostiene que el sistema funciona mal, al mismo tiempo aumenta la preocupación por la violencia política. Para Reynares, esto revela tensiones internas: “Las juventudes interpretan que hay un mayor nivel de violencia, aún expresando cierta confianza en la figura de Milei”.
El politólogo advirtió que, para buena parte de los jóvenes, la valoración de la democracia ya no se vincula tanto a su importancia histórica o al relato más solemne sobre 1983, sino a la experiencia cotidiana. “Las juventudes apoyan la democracia vinculado a su experiencia personal… ya no permea tanto el discurso más simbólico”, dijo.
La creciente desconfianza hacia quienes hacen política también influye. “Es un problema de la gente que hace política… básicamente”, remarcó, insistiendo en la necesidad de proyectos realistas y no promesas imposibles.
Uno de los puntos más sorprendentes del informe fue la relación entre la juventud y el Estado. Reynares señaló que, aun entre quienes respaldan al actual gobierno, no aparece un rechazo total al Estado. Por el contrario, muchos valoran la presencia estatal en áreas claves.
“Se plantean que es mejor más Estado que menos Estado, pero hay que claramente revisar cómo es ese Estado”, destacó. Al mismo tiempo, dos tercios de los jóvenes sostienen que la única forma de terminar con el delito es con mano dura y apoyan restricciones migratorias. Sin embargo, la mayoría también cree que el Estado debe garantizar salud y educación pública, además de proteger a los sectores vulnerables.
Esa combinación, para el politólogo, expone una complejidad que ya no se puede leer con la lógica del “más o menos Estado” de los años 90. La discusión, dijo, debe darse sobre qué tipo de presencia estatal se necesita y cómo debe funcionar, especialmente en seguridad.
Sobre el final, Reynares habló sobre la necesidad de que la dirigencia política tome nota de estos indicadores. Le preocupan, en particular, las percepciones juveniles sobre la democracia y su vínculo con la economía. Muchos consideran que la democracia “o perjudica o no le hace nada” al desarrollo económico, algo que calificó como un llamado de atención.
Para él, es fundamental discutir reformas concretas —laboral, impositiva, previsional— en clave de mayorías. “Es muy importante que hoy se hable de reforma laboral, reforma impositiva, reforma previsional, en clave bien concreta y en clave de mayorías”, destacó.
Escuchá la columna completa con Juan Manuel Reynares acá:
LA DESPENSA. Lunes a viernes de 9 a 12hs, con Emilia Calderón

