El gobierno provincial volvió a mover el tablero político. El ministro Daniel Pastore confirmó en las últimas horas que el gobernador Martín Llaryora decidió realizar cambios puntuales en su gabinete con el objetivo declarado de “adaptarlo a las necesidades que demanda la sociedad en el contexto actual”. La reestructuración llega en un momento en el que la economía continúa golpeando el bolsillo, el consumo se retrae y los problemas cotidianos se intensifican en los barrios cordobeses.
“Estamos esperanzados de que 2026 sea el año del crecimiento económico que promete el gobierno y que el mismo llegue a la gente, pero mientras esperamos que esto suceda, el gobierno de Córdoba pretende redoblar el acompañamiento para enfrentar los problemas cotidianos”, sostuvo Pastore en sus redes. La declaración no pasó desapercibida: aunque marca expectativa, admite que hoy la crisis se siente y requiere respuestas inmediatas.
Los cambios apuntan a tres frentes: seguridad, organización comunitaria y economía productiva. Según explicó Pastore, se busca “intensificar el relacionamiento con los cordobeses en temas sensibles como la participación comunitaria en seguridad, en temas sociales y también el acompañamiento a las instituciones que realizan una enorme labor en la provincia”.
En ese marco, se anunció la creación del nuevo Ministerio de Vinculación y Gestión Institucional, que quedará a cargo de Miguel Siciliano, actual funcionario del área de comunicación. Su desembarco expresa la voluntad oficial de reforzar el contacto directo con clubes, centros vecinales, centros de jubilados, fundaciones y organizaciones sociales. “Seré simplemente un ministro que va a intentar vincular al Estado con la vida institucional”, declaró Siciliano en Mitre Córdoba. “En tiempos difíciles, la vida institucional de una ciudad y una provincia es clave”.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que este movimiento sea un paso hacia una candidatura a intendente en 2027, Siciliano desestimó rumores y afirmó que “sería una locura pensar a dos años de la elección en algo así”. Aseguró que su tarea estará centrada en recorrer el territorio y fortalecer vínculos con la sociedad civil.
Otro cambio fuerte es la unificación de los ministerios de Producción y Bioagroindustria bajo la conducción de Sergio Busso. De esta manera, se concentrarán políticas vinculadas a la producción agropecuaria, industrial y de desarrollo productivo en una sola cartera. En momentos en que el interior provincial enfrenta sequía, caída de exportaciones y una política nacional que no termina de definir su horizonte productivo, Córdoba busca ganar eficiencia y “menos burocracia”, según explicaron voceros oficiales.
La reorganización también alcanza al Banco de Córdoba: Pedro Dellarrosa asumirá como vicepresidente de la entidad, reemplazando a Juan Manuel Llamosas, quien dejará su cargo para ocupar una banca en la Legislatura provincial.
Con estas medidas, el Ejecutivo provincial mantiene la misma cantidad de ministerios —catorce—, pero elimina cinco agencias respecto de hace dos años. Desde el Centro Cívico señalan que este ajuste responde a una política de “eficiencia administrativa”, aunque la oposición advierte que los cambios llegan tarde y en medio de un panorama socioeconómico que requiere respuestas más profundas.

