El movimiento vecinal, que no fue escuchado por el municipio a pesar de reunir 3.000 firmas y realizar un emplazamiento notarial, espera la sentencia final de la justicia respecto a la política de seguridad implementada. Los vecinos critican que los portones propuestos por la gestión local solo maquillan y discriminan el problema de la delincuencia, y exigen políticas públicas reales.
La causa judicial que llevan adelante los Vecinos Autoconvocados de Villa Allende se encuentra en la etapa de espera del fallo o sentencia final. Javier, en representación del grupo, informó que, una vez dictaminada la resolución, tanto la municipalidad como los vecinos tendrán la posibilidad de apelar en caso de que les resulte desfavorable. Los vecinos continúan su lucha bajo el lema: “Que tu calle, tu barrio y Villa Allende no sean una cárcel. Sí, a la seguridad, no al encerramiento”.
Desde el inicio, el movimiento consideró que la forma en que el municipio presentó la política de seguridad no era la correcta. A pesar de los intentos de diálogo, que incluyeron la recolección de 3.000 firmas pidiendo una audiencia con el intendente y un emplazamiento notarial, nunca recibieron respuesta, lo que los obligó a acudir a la justicia. Los vecinos subrayan que el portón no reemplaza ni la prevención ni la presencia de la policía. Además, expresaron su preocupación de que, si hubiera un juicio, los costos serían pagados por el municipio a través de los impuestos que ellos mismos pagan.
En el marco de su compromiso y participación ciudadana, que ha durado un año, el grupo tiene proyectadas nuevas actividades. Este sábado 6 a las 19 horas se reunirán en el Bosque de la Memoria (donde funcionaba el anfiteatro municipal) para definir y organizar las propuestas a llevar a cabo el sábado 13.
Entre estas propuestas para el 13, se planea proyectar un documental que realizaron estudiantes de cine de la UNC sobre la lucha vecinal, junto con una feria de emprendedores y números artísticos, musicales y teatrales. El movimiento celebra haber logrado un año de sana convivencia y un compromiso que ha dejado de lado la parte partidaria para centrarse en gestión de políticas públicas.
Finalmente, la lucha vecinal alienta la participación comunitaria y la integración, con la convicción de que para mejorar la calidad de vida, depende de la comunidad. Se reitera que para mejorar la democracia, se requiere de más democracia que implica participación, compromiso e involucrarse activamente.
