Reynares destacó que, a nivel nacional, la salida de Patricia Bullrich del Ministerio de Seguridad y la llegada de Alejandra Monteoliva no generan modificaciones sustanciales en la orientación del área. “Monteoliva se queda cuidándole la oficina a Bullrich, porque ya Bullrich dejó una doctrina detrás”, afirmó. Según explicó, la exministra instaló un enfoque fuertemente performático y moralizante sobre la seguridad, muy cercano a discursos de ultraderecha. “Se parece mucho a lo que la mayoría de las ultraderechas en los últimos años plantean en seguridad, que también se habla del populismo punitivo”, sostuvo.
En esa línea, recordó que esta mirada suele basarse en una lógica simplista que divide la escena entre “buenos” y “malos”, y que insiste en medidas como la baja de edad de imputabilidad. “Tiene por detrás algo muy común en la literatura de la criminología… pensar que el delincuente tiene una calculadora en la cabeza”, señaló, advirtiendo que ese enfoque desconoce las desigualdades sociales que atraviesan el fenómeno del delito.
Reynares indicó que Monteoliva continuará con ese esquema, mientras que Juan Asnal se refirió a que en Córdoba el ministro Juan Pablo Quinteros ya viene aplicando un modelo alineado con la lógica de Bullrich. “El mejor alumno, quien quiere ser el mejor alumno de Patricia Bullrich, es Quinteros, que reproduce un poco también acá en Córdoba ese modelo”, apuntó. Recordó además que el gobierno provincial ya adelantó que acompañará las reformas penales planteadas desde Nación.
Respecto al escenario cordobés, Reynares señaló que la provincia mantiene desde hace años una política de fuerte presencia policial, potenciada después de los hechos de diciembre de 2013. “Hace que a Llaryora no le cueste tanto, lo está reforzando totalmente”, analizó. Incluso, remarcó que más allá de momentos de distanciamiento electoral con Milei, “la provincia siempre actuó en sintonía con la Nación, con saturación de policías en las calles y la llamada ‘mano dura’”.
La conversación también giró hacia los movimientos internos del peronismo cordobés y el desembarco de Miguel Siciliano en el gabinete provincial, quien será Ministro de Vinculación y Gestión Institucional y al cual se le asigna un rol central en la reconstrucción territorial. Para Reynares, la dirigencia del “cordobesismo” intenta imitar algunos gestos del espacio libertario —como la baja impositiva anunciada para 2026— pero sosteniendo una narrativa de “Estado eficiente” que el delasotismo instaló desde finales de los años 90.
Sin embargo, advirtió que la estrategia ocurre en un contexto de creciente urgencia social y política. “Huele un poco a desesperación, pensando que los tiempos se acortan cada vez más”, dijo al proyectar las elecciones 2027.
Reynares recordó una anécdota personal cuando lo visitó en su oficina en 2016-2017, donde el dirigente le explicó su estrategia territorial. “Me llamó la atención la franqueza… una estrategia etapista, con un diagnóstico muy claro de lo que se venía”, contó. Según interpretó, esa construcción independiente del aparato estatal es lo que hoy le permite asumir un rol clave dentro del gabinete.
El politólogo también analizó qué implica la llegada de Siciliano, a quien definió como un dirigente con fuerte identidad peronista y una larga trayectoria de trabajo territorial. “Es un peronista de unidad básica, de los que entraba en las casas”, afirmó. Incluso consideró que su nombramiento podría leerse como una respuesta interna al avance político de Natalia de la Sota.
No obstante, Asnal planteó que el desafío será complicado, ya que Siciliano anticipó que buscará vincularse con organizaciones sociales, clubes e instituciones, muchos de ellos atravesados por la crisis y el desfinanciamiento nacional. “Las organizaciones tienen mucha expectativa, y hay que ver si de verdad se pueden dar respuestas tanto presupuestariamente como políticamente”, señaló.
Para concluir, Reynares consideró que el gobierno provincial combina reducción impositiva, reordenamiento político y un intento de recalibrar su presencia territorial mientras afronta un escenario social “desolador”, marcado por cierres de espacios de contención —como la Red Puentes— por falta de financiamiento nacional. Todo en un clima de creciente competencia con figuras opositoras como Luis Juez o Soher El Sukaria.
Escuchá la columna completa con Juan Manuel Reynares acá:
LA DESPENSA. Lunes a viernes de 9 a 12hs, con Emilia Calderón.

