A través de un mensaje en sus redes sociales, el funcionario y mano derecha del ministro Luis Caputo sostuvo que el próximo año combinará “alto crecimiento impulsado por la inversión” con un esquema de equilibrio macroeconómico. Según expresó, esa combinación permitiría un crecimiento sostenido y de largo plazo.
En ese marco, Daza interpretó el resultado electoral como una ratificación social del programa de reformas impulsado por el presidente Javier Milei. A su entender, la definición política despejó incertidumbres y activó proyectos de inversión que se encontraban demorados a la espera de señales claras sobre el modelo económico.
“En muchos casos, esperar ahora tiene más costos que beneficios”, planteó el viceministro, al señalar que diversas iniciativas comenzaron a ponerse en marcha tras el escenario electoral. Para el equipo económico, el resultado de octubre funcionó como un “umbral de información” clave para el sector privado.
Este fin de semana, además, Daza replicó un mensaje del presidente de Nucleoeléctrica Argentina, Demian Reidel, quien destacó la diferencia entre “improvisar” y diseñar políticas de Estado con planificación y método, en un artículo publicado en un medio nacional.
En paralelo, durante la última semana crecieron las versiones sobre una posible salida de Daza del Ministerio de Economía. El propio funcionario confirmó que recibió una oferta para incorporarse al gabinete del presidente electo de Chile, José Antonio Kast, aunque evitó precisar el cargo.
Las especulaciones apuntan a que el economista, que cuenta con doble nacionalidad, podría asumir como ministro de Economía, Energía y Minería en el país trasandino. Consultado sobre el tema en una entrevista en el streaming Carajo, Daza respondió con ironía: “Me ofrecieron algunos cargos”.
Sin embargo, mientras desde el Gobierno celebran la baja del Riesgo País y proyectan un escenario de crecimiento, los datos oficiales muestran una señal de alerta. Según cifras del Banco Central, la inversión extranjera directa registró entre enero y noviembre de 2025 un saldo negativo de 1.521 millones de dólares, algo que no ocurría desde 2003.
El resultado se explica, principalmente, por la venta de activos y la salida de empresas controladas por capital extranjero, con desinversiones en sectores estratégicos como energía, sistema financiero y consumo masivo. De acuerdo con fuentes del BCRA, estas operaciones provocaron una salida neta de divisas que quedó reflejada en la estadística oficial.

