Las ventas navideñas de los comercios minoristas de la provincia de Córdoba registraron una caída interanual del 1,1% respecto a 2024, según el relevamiento difundido por la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom). El dato confirma un escenario de consumo contenido, marcado por la cautela de los hogares, la búsqueda de precios y promociones, y una clara priorización del gasto.
Desde la entidad explicaron que el desempeño de la campaña se dio en un contexto de consumo más selectivo, donde los compradores postergaron decisiones hasta último momento y concentraron sus elecciones en productos de menor valor. “El repunte de los últimos días confirmó una tendencia que se repite en los últimos años: el consumidor espera hasta último momento y compra con mayor cautela”, señaló el presidente de Fedecom, Fausto Brandolin.
Si bien hubo mayor circulación de personas en centros comerciales y zonas de alto tránsito, ese movimiento no se tradujo necesariamente en un aumento significativo de las ventas. Por el contrario, desde la federación indicaron que las expectativas del sector ya eran moderadas y que incluso se esperaba una caída más pronunciada. En ese marco, el resultado final fue considerado “dentro de lo previsto”, aunque refleja las dificultades que atraviesa el comercio minorista.
Uno de los factores centrales que condicionó el balance general fue el retroceso en rubros de alto peso dentro del consumo. Alimentos y bebidas, indumentaria y electrodomésticos —tradicionalmente protagonistas de las fiestas— mostraron caídas en las cantidades vendidas, lo que terminó impactando de manera decisiva en el resultado agregado de la campaña.
En contraste, algunos sectores vinculados a regalos de menor valor unitario lograron mostrar números positivos. Perfumería y cosméticos encabezaron el ranking con una suba interanual del 7,5%, seguidos por bijouterie y accesorios (+6,7%), juguetería y rodados (+5,9%), librerías (+5,6%), bazar y regalos (+4,8%), calzados y marroquinería (+3,9%) y ropa de cama y textil blanco (+3,9%). Desde Fedecom aclararon que, si bien estos rubros ayudaron a sostener el nivel de actividad, su ponderación dentro del indicador general es media o baja.
En el otro extremo, los mayores retrocesos se registraron en joyerías y relojerías (−8,1%), electrodomésticos y artículos electrónicos (−7,1%), alimentos y bebidas (−7,2%), videojuegos, consolas e informática (−6,1%), artículos deportivos y de recreación (−5,0%) e indumentaria y lencería (−3,2%). Estos datos reflejan una clara postergación de compras de mayor valor y una priorización del gasto básico por parte de las familias.
El ticket promedio de las operaciones se ubicó en $49.800, un valor que da cuenta de la moderación del consumo. En cuanto a los medios de pago, el financiamiento volvió a ser clave: el 68% de las ventas se realizó con tarjetas de crédito, mientras que solo el 32% fue al contado. Desde la entidad remarcaron que las promociones y las cuotas sin interés fueron determinantes para sostener la actividad comercial durante la campaña.
