En la última sesión legislativa de 2025, la Legislatura de Córdoba convirtió en ley una serie de modificaciones al Código de Convivencia Ciudadana de la Provincia, con el objetivo de reforzar herramientas frente a distintas situaciones de conflictividad urbana. La reforma, aprobada en la 25ª sesión ordinaria del 147° período legislativo, incorporó cambios consensuados entre los distintos bloques y dejó otros temas para su tratamiento en los primeros meses de 2026.
Las modificaciones sancionadas corresponden a la Ley 10.326 e incluyen, entre los puntos centrales, un endurecimiento de las sanciones contra los organizadores de fiestas clandestinas. A partir de la nueva normativa, se habilita el decomiso de bienes utilizados para cometer la infracción, como parlantes, consolas, cables y bebidas, con la salvedad de que solo podrán reclamarse aquellos elementos considerados esenciales para la supervivencia.
Al presentar el proyecto en el recinto, la legisladora Nadia Fernández destacó la importancia del consenso alcanzado y sostuvo que “la búsqueda de acuerdos no significa rendirse”, al tiempo que remarcó que algunas de estas conductas representan “un alto porcentaje de violencia urbana en las grandes ciudades”.
La ley también introduce modificaciones vinculadas a los disturbios en espacios públicos de diversión. En estos casos, se establece que el personal de seguridad deberá aprehender a los infractores y dar inmediata intervención a la Policía. Se consideran contravenciones acciones como molestar con gestos, palabras o graficaciones en la vía pública, tocamientos indecorosos y peleas o riñas.
Otro de los cambios aprobados amplía el alcance de las sanciones por agresiones, incorporando no solo al personal educativo y de salud —ya contemplado— sino también a las fuerzas de seguridad y a otros agentes públicos que se encuentren en ejercicio de sus funciones.
En materia de seguridad vial, el texto sancionado incorpora como conductas sancionables determinadas situaciones consideradas sospechosas al circular en motovehículos. Entre ellas, se incluyen casos de personas que no porten la identificación correspondiente, presenten signos evidentes de ocultamiento o supresión de la misma, o persigan de manera persistente u ostensible a un transeúnte sin una razón atendible.
Asimismo, se establecen sanciones de trabajo comunitario para quienes arrojen residuos urbanos, escombros o sustancias que puedan comprometer la calidad ambiental. Desde el ámbito legislativo señalaron que estas transformaciones incorporan una mirada restaurativa y victimocéntrica, poniendo el foco en la persona afectada por la contravención.
La reforma también introduce la figura de la reiterancia, definida como la comisión de una o más infracciones —de la misma o distinta naturaleza— antes de que quede firme una sentencia anterior, lo que permitirá agravar sanciones en casos de reincidencia.
Qué se debatirá en 2026
Pese a los avances, varios proyectos quedaron fuera del paquete aprobado. La Comisión de Seguridad decidió postergar el tratamiento de las iniciativas vinculadas a la regulación de cuidacoches, la prohibición de limpiavidrios en semáforos, los requisitos para circular en motovehículos con acompañante y las sanciones por incumplimiento del calendario de vacunación obligatoria.
Estas propuestas, que generaron mayores diferencias entre los bloques, continuarán siendo analizadas a partir de febrero de 2026. “El Código de Convivencia regula la paz social y debe tener el mayor grado de acuerdo posible para que tenga legitimidad”, sostuvo el legislador Facundo Torres Lima durante el debate en comisión.

