A 49 años del asesinato de los mártires riojanos: «Cristianos comprometidos con los pobres»

Esta semana se conmemoran 49 años del asesinato de los cuatro mártires riojanos, quienes fueron víctimas de la represión militar en 1976 por su compromiso con los sectores populares. Se trata de monseñor Enrique Angelelli, los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y el laico consagrado Wenceslao Pedernera.
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En diálogo con Radio La Ranchada, Marco Galán, director de la Mutual Carlos Mugica y de la emisora, repasó las trayectorias de cada uno y el legado que aún perdura en la memoria colectiva. «Son mártires porque fueron asesinados en su misión de dar testimonio junto a los sectores más pobres en plena dictadura», expresó.

El 18 de julio de 1976 fueron asesinados en La Rioja, en Chamical, los sacerdotes Carlos de Dios Murias —cordobés, nacido en Cerro Minas— y Gabriel Longueville. Ambos formaban parte de la pastoral encabezada por el obispo Enrique Angelelli, cordobés de nacimiento, que había participado del Concilio Vaticano II y que en Córdoba tuvo un fuerte compromiso con el movimiento obrero y sindical. «Angelelli acompañaba luchas como las de las trabajadoras de casas de familia, un sector históricamente explotado y sin derechos laborales», recordó Galán.

Una Iglesia comprometida con los pobres

El trabajo pastoral de Angelelli y sus compañeros estaba profundamente arraigado en la defensa de los derechos de trabajadores, campesinos y jóvenes. «Era una iglesia que asumía los desafíos de esos tiempos: estar al lado de quienes sufrían. Él decía que el pueblo es aquel que no oprime y lucha por la liberación», mencionó Galán, trazando un paralelismo con figuras como el padre Carlos Mugica.

En ese mismo contexto, el 25 de julio de 1976, fue asesinado el laico consagrado Wenceslao Pedernera, quien trabajaba junto a Angelelli en la pastoral campesina organizando cooperativas en zonas de fuerte presencia latifundista y explotación rural. «Wenceslao fue acribillado en su casa frente a su esposa y sus hijas, y antes de morir pidió que no odien a los asesinos, que ya los había perdonado. Eso habla de la enorme humanidad y espiritualidad que tenía», relató emocionado Galán.

El 4 de agosto de 1976, finalmente, fue asesinado Angelelli, en un crimen que durante años se encubrió como un accidente automovilístico. «El asesinato de Angelelli fue planificado. Se simuló un choque, pero el juicio histórico demostró que fue una emboscada. Militantes como Vitín Baronetto y espacios como la revista Tiempo Latinoamericano en Córdoba permitieron que después de mucho tiempo se hiciera justicia», destacó.

El legado y la memoria

En Córdoba se conformó recientemente una comisión provincial de homenaje que impulsará durante un año actividades de memoria, homenaje y reflexión sobre la vida y obra de los cuatro mártires. «Vamos a trabajar desde la radio, la mutual y junto a esta comisión para que se conozca la vida de estos cristianos comprometidos con los pobres y la emancipación social, con el anhelo de una vida digna para todos», afirmó Galán.

Finalmente, el director de Radio La Ranchada subrayó el reconocimiento que el Papa Francisco hizo en 2019 al declararlos mártires de la Iglesia. «Es un acto de justicia histórica que la Iglesia asuma de una vez por todas este compromiso con los que lucharon y dieron la vida por los sectores oprimidos», concluyó.

Escuchá la columna completa con Marco Galán acá:

Imagen: jesuitasaru.org

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