Nos comunicamos con Alberto Gandulfo, subsecretario de la comisión nacional de microcréditos (CONAMI), del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Hoy en su cargo, viene trabajando las finanzas públicas y los ingresos sobre todo de los sectores populares, particularmente, el microcrédito como ingreso ciudadano, como finanza pública de acceso no bancario.
En relación a la propuesta del salario universal planteó que se está discutiendo ampliamente en diferentes sectores, sobre todo en estos tiempos de crisis y pandemia. Sin embargo, señala, es una discusión que cuenta con larga data y que implica cuestionar ideas más profundas como el sistema capitalista instalado en el mundo que no da respuesta a nadie.
Plantea que es importante poder llevar adelante políticas públicas que den respuesta a la emergencia alimentaria de forma inmediata, y también repensar las cuestiones de fondo: “toda ayuda, asistencia que se pueda brindar para llegar a la gente de manera rápida, es válida en la coyuntura. Pero no puede ser una salida estratégica, nosotros tenemos que construir otra estrategia de poder.” Una estrategia, plantea, que sea acorde a una propuesta de país diferente, a una economía diferente y a otra organización social.
“Repensar al sistema capitalista extractivista especulativo de las corporaciones que viene ganando lugar en América Latina. Y en las lógicas distributivas que estamos haciendo, que lo siguen profundizando.”
Para esto, señala, el consumo debe dejar de estar concentrado, apostando a otra lógica productiva de redistribución, para que la riqueza no siga concentrada en unos pocos: “Lo vivimos en toda la patria grande. Las politicas redistrbutivas en contexto de acumulacion economica concentrada tiene patas cortas.”
Es necesario, plantea, que los movimientos sociales formen parte de esa discusión y que incidan en la construcción de políticas públicas. Pensar al sujeto colectivo trabajador en una lógica de proceso, no compensatoria, democratizando al mercado. Este sujeto colectivo, dice, viene construyendo otros modos vinculados a la soberanía alimentaria, a la producción social del hábitat, a la economía del cuidado. En este sentido viene mostrando que hay otra manera de vivir la economa y la vinculación de la producción con el consumo solidario.
En este sentido, Gandulfo señala la importancia también de trabajar las políticas de asistencia ante la emergencia por fuera de la gestion bancaria, por ejemplo a través de cooperativas de créditos “hay otros instrumentos, tenemos que masificarlos y consolidarlos con politicas públicas”.
En relación a la reactivación de la economía popular, propuesta que se viene impulsando desde diferentes sectores, planteó que se viene conversando sobre generar un fondo para la economía popular y masificar el crédito solidario.
“Tenemos potestad de llegar a sectores más amplios como las cooperativas de trabajo que tanto generaron y no están recibiendo hoy apoyo financiero.”
Concluyó invitando a pensar qué sociedad se está construyendo y cuál queremos construir: “estamos convencidos que en este nuevo contrato social la economía popular social y solidaria es actor protagónico en la amplia discusión de a qué sociedad queremos ir.”
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