Ese fue el mensaje que desde la Asociación Internacional de las Mutualidades (AIM) se transmitió durante el encuentro “La Salud en Tiempos de Pandemia”, en el que Alejandro Russo participó como nuevo vicepresidente para Latinoamérica de dicha organización.
En una mesa de diálogo, junto a sus homólogos de Europa, África y Oriente Medio y otros oradores invitados, el dirigente mutual argentino -ahora representante de la región en el Presidium de esta institución internacional- brindó un panorama del impacto de la crisis sanitaria en la región y la respuesta mutual que se dio en Argentina.
En la región Latinoamericana el tratamiento de la pandemia no fue igual en todos los países y no en todos se les dio el la importancia que merecía, aseveró Russo, e hizo alusión al caso de Brasil, donde se subestimó primero la enfermedad y cuando se tomaron responsabilidades la tasa de mortalidad ya era muy alta. Tanto en Argentina, como en Uruguay y Colombia, recurrir de manera temprana a políticas de confinamiento permitió, según reseñó el dirigente, ganar tiempo para fortalecer los sistemas de salud.
Particularmente en Argentina, el estado “hizo un aporte fuerte” al otorgar subsidios tanto en materia salarial, como de aportes patronales y también se evitaron despidos, mediante mecanismos regulatorios.
Estas medidas alcanzaron a las mutuales, que, como narró el dirigente, comprometieron a su vez sus capacidades instaladas para acompañar las respuestas a la crisis sanitaria. Aquellas que contaban con infraestructura, la pusieron a disposición para crear hospitales de campaña y otras, que entre los objetivos de sus estatutos incluyen actividades de este tipo, se dedicaron a la producción de elementos de protección, sábanas o respiradores artificiales.
Al concluir su exposición, y advirtiendo que “se avecinan tiempos muy complejos”, Russo hizo suyas las palabras del presidente y de toda la organización: “Solo con solidaridad y cooperación podremos superar la pandemia”.
En el espacio para preguntas, el dirigente coincidió con varios de sus compañeros de ronda respecto de la necesidad de esperar la vacuna para el retorno de la población estudiantil a las aulas, mientras que condenó severamente la desinformación y la difusión de noticias falsas respecto de la vacuna.
“Algo tan delicado e importante como es la vacuna, hoy está siendo mancillado, no se sabe con qué intereses, pero el daño que se está generando es irreparable”, aseveró.
El encuentro, que formó parte de la reunión anual de la Asamblea General Extraordinaria iniciada el Miércoles 18 de noviembre, contó en la apertura y en el cierre con la participación del nuevo presidente de la organización, Loek Caubo y fue moderado por Jürgen Hohnl, director ejecutivo de IKK.
En ese primer bloque disertaron el Ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn; el Director Regional de la Organización Mundial de la Salud, Hans Kluge y la Asesora Principal de Salud y Gestión de Crisis de la Comisión Europea y Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria, Isabel de la Mata, quienes dejaron en claro la necesidad de una política coordinada que favorezca la colaboración entre países, el establecimiento de marcos regulatorios, estándares comunes y mecanismos de financiamiento para afrontar la crisis actual y los futuros rebrotes de la pandemia. También hicieron hincapié en la importancia de sistemas de salud centrados en las personas, que la salud sea prioridad de las agendas políticas públicas y el fortalecimiento de las organizaciones, para que nadie quede atrás.