De Toni contó que Enfant Terrible surgió a comienzos de 2018 como un colectivo de comunicadores, impulsado por la necesidad de “empezar a hacer cosas en comunicación” y por la influencia de otras experiencias cordobesas como La Tinta, El Resaltador y las radios comunitarias. En esos primeros pasos, explicó, todo fue “muy a pulmón” y con muchas dudas sobre cómo formalizar el proyecto sin perder su lógica colectiva.
El proceso de cooperativización comenzó a tomar forma a fines de 2019, cuando el medio se sumó a la Red de Medios Digitales. “Ahí vimos que había muchas experiencias similares a la nuestra, nativas digitales, autogestionadas y con una mirada desde los derechos humanos”, señaló. El ejemplo de otros medios cordobeses que ya estaban constituidos como cooperativas de trabajo fue clave para avanzar en esa decisión.
Según explicó, la elección de la figura cooperativa respondió tanto a una convicción política como a un contexto institucional que alentaba ese tipo de organización. “La cooperativa nos dio un marco legal que transparenta cómo funcionan las cosas dentro del grupo humano: cómo se toman las decisiones, cómo se genera y se distribuye el dinero, con criterios horizontales”, sostuvo. También destacó que implicó un quiebre importante: empezar a pensarse como trabajadores de la comunicación, un debate relativamente reciente dentro del sector comunitario.
Actualmente, Enfant Terrible está integrado por ocho personas, organizadas en dos equipos: uno editorial, dedicado a la producción periodística, y otro de gestión, encargado de organizar el trabajo y la sostenibilidad del medio. De Toni remarcó la diversidad de perfiles que conviven en la redacción, con integrantes formados no solo en comunicación, sino también en psicología, cine y diseño gráfico.
Durante varios años, la cooperativa logró sostener salarios para la mayoría de sus integrantes y alcanzar cierta estabilidad económica. “Hasta 2023 discutíamos si pagábamos aguinaldo, si comprábamos una caja navideña, si había plata para viáticos”, recordó. Sin embargo, reconoció que desde 2024 esa estabilidad se vio fuertemente afectada por el contexto económico, aunque el equipo sigue “cintureando” para sostener el proyecto.
En relación al trabajo en red, De Toni destacó el rol de Enfant Terrible dentro de la Red de Medios Digitales, que nació con el doble objetivo de mejorar la sostenibilidad de los medios emergentes y de discutir las condiciones laborales de quienes los hacen posibles. Ese proceso derivó, con el tiempo, en la conformación de la Federación de Medios Digitales, un paso que calificó como “un gran salto cualitativo”.
Además, explicó que la federación forma parte de la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios, junto a otras redes del país. Este espacio, surgido a nivel nacional en 2021, permitió dar discusiones colectivas sobre el reconocimiento estatal de los medios y el acceso a la pauta oficial. En Córdoba, valoró especialmente la posibilidad de territorializar esos debates y evitar una mirada centralista.
Sobre el vínculo con el Estado, De Toni destacó el programa provincial de fortalecimiento para medios comunitarios y cooperativos como uno de los principales avances. “No solo nos reconoce como sector, sino que reconoce la importancia del tipo de comunicación que hacemos”, afirmó. También subrayó la necesidad de seguir dando la discusión por una distribución más equitativa de la pauta oficial.
Para cerrar, planteó un desafío de fondo: dejar de pensar la comunicación como una herramienta meramente instrumental. “Hay que correrse de esa lógica y pensar la comunicación como forma de organización”, sostuvo, sintetizando una de las ideas centrales que atraviesan tanto a Enfant Terrible como al conjunto de los medios cooperativos y comunitarios.
Mirá el programa completo de Córdoba en Común acá. La nota con Bianca De Toni comienza en el minuto 22.01:

