La situación respecto al Covid en las cárceles de Córdoba está llegando a un punto preocupante.
Hace algunas semanas los primeros casos se confirmaban en el Complejo Carcelario EP 9 (ex Uca) desde donde habían trasladado presos a la penitenciaria de Bouwer -de varones- cuyos hisopados dieron positivo. Con esto, en Bouwer también debieron montar una carpa sanitaria y varios internos iniciaron una huelga de hambre que terminó en masivos traslados al Penal de Cruz del Eje.
Villa María, Montecristo y Río Cuarto también sumarían casos con el correr de los días y hoy la novedad es nuevamente Bouwer pero la cárcel de mujeres.
Los penitenciarios debieron intervenir dos pabellones, donde, tras confirmarse casos de Covid, hubo quema de colchas de las internas. Pabellones en donde incluso hay menores de cinco años que permanecen con sus madres detenidas.
La queja principal radica en la falta de atención médica. Algo que también sucede en el MD1 de la cárcel de varones en donde, según trascendió, directamente no hay médico ya que el que estaba en el lugar habría dado positivo en Covid y no fue reemplazado.
En medio de este panorama, desde afuera familiares de internos y hasta de algunos penitenciarios, siguen manifestándose frente a Tribunales I de la ciudad de Córdoba pidiendo por atención sanitaria para los presos como así también que se revean las causas que fueron demoradas por la pandemia, prisiones domiciliarias, ceses de prisión, etcétera.