Según adelantó, hay nuevos sospechosos identificados y en los próximos días se emitirían pedidos de detención. “Estamos pronto a tener a todas las personas que estuvieron en el hecho detenidas. Las que no lo están, tendrán pedido de detención o de captura. Esta semana será clave”, dijo Arribas.
Hasta el momento, la causa cuenta con nueve detenidos y al menos tres prófugos, aunque fuentes judiciales aseguran que fueron unas quince las personas que participaron, de manera directa o indirecta, en el secuestro y asesinato de las jóvenes. “Lo que sí está confirmado es que Matías Ozorio –mano derecha de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias Pequeño J– ya estaba en la casa del horror cuando llegaron las chicas”, indicó un vocero cercano a la investigación.
Según reconstrucciones preliminares, dos de los prófugos viajaban en la Chevrolet Tracker blanca en la que las víctimas subieron creyendo que se dirigían a una fiesta en el barrio porteño de Flores, mientras que un tercero iba en un Volkswagen Golf junto con Víctor Sotacuro Lázaro y su sobrina Florencia Benítez. Esta última declaró que el acompañante del Golf era “un amigo llamado Diego”, aunque su identidad aún no se difundió.
Se sospecha que Pequeño J se trasladó en otro vehículo y pudo haber estado en la vivienda de Florencio Varela donde se cometió el crimen. “Además del Golf y la Tracker hay dos o tres autos más que llegaron a ese lugar. Por ahora tenemos nueve detenidos y tres por atrapar, pero acá van a caer al menos quince personas”, indicó un vocero policial.
Arribas reconoció que la causa aún no tiene un móvil definido. “La línea del robo de droga está, pero hay que confirmarla o descartarla con testimonios y pruebas. En los implicados hay consumo, y puede que haya un trasfondo narco. Si se confirma, la causa debería pasar al fuero federal”, precisó.
Los nueve detenidos se encuentran alojados en la casa o en inmediaciones de donde fueron halladas las víctimas, enterradas en una fosa cavada en el jardín. Sobre la violencia del hecho, el fiscal afirmó: “En 35 años nunca vi un caso con estos ribetes. Es la primera vez que veo una agresividad y crueldad de este tipo”.
El triple femicidio ocurrió el viernes 19 de septiembre, cuando las chicas subieron voluntariamente a la Tracker blanca, captada por cámaras en la rotonda de La Tablada, creyendo asistir a una fiesta. Fueron llevadas a una vivienda de Florencio Varela, donde fueron torturadas y asesinadas. Cinco días después, el miércoles 24, la policía encontró los cuerpos enterrados en el jardín.
La Tracker era un vehículo robado en Dock Sud con patente falsa, mientras que otro Volkswagen Fox fue utilizado por los implicados. Entre los primeros arrestados estuvieron Magalí Celeste González Guerrero (28), Andrés Maximiliano Parra (18), Iara Daniela Ibarra (19) y Miguel Ángel Villanueva Silva (27), trasladados al penal de Melchor Romero.
El fin de semana siguiente fue detenido Víctor Sotacuro Lázaro en la frontera con Bolivia, y Ariel Giménez, acusado de cavar la fosa, fue imputado por encubrimiento. La sobrina de Sotacuro, Florencia Benítez, también quedó detenida por su presencia en el auto la noche del crimen.
En Perú, fueron capturados los principales jefes de la banda: Matías Agustín Ozorio y Tony Janzen Valverde Victoriano, alias Pequeño J. Ozorio fue expulsado de Lima y entregado a las autoridades argentinas, mientras que Pequeño J permanece en prisión preventiva en la cárcel de Cañete, al sur de Lima, mientras se concreta su extradición, que podría resolverse en unos sesenta días.