A partir de 2026, el sistema de tarifas de luz y gas en Argentina sufrirá una transformación profunda que tendrá un impacto directo en los hogares cordobeses. El Gobierno nacional definió un nuevo esquema de subsidios energéticos que reducirá de manera significativa la asistencia estatal y obligará a millones de usuarios a afrontar el costo total de los servicios, con aumentos que comenzarán a reflejarse en las boletas desde los primeros meses del año.
El rediseño del sistema surge tras el cierre de la consulta pública del nuevo Sistema de Subsidios Energéticos Focalizados, que reemplazará el actual modelo de segmentación. El cambio central es la eliminación del esquema vigente, que clasificaba a los usuarios en distintos niveles según sus ingresos, para pasar a un modelo mucho más acotado. A partir de la reforma, los hogares quedarán divididos en solo dos grupos: quienes recibirán subsidios y quienes quedarán completamente excluidos del beneficio.
Según estimaciones oficiales, cerca del 45% de los hogares del país dejará de recibir subsidios. Esto implica que casi la mitad de los usuarios comenzará a pagar el valor pleno de la energía eléctrica y el gas natural, lo que se traducirá en incrementos de dos dígitos en las facturas. El objetivo declarado del Gobierno es reducir el peso de los subsidios en las cuentas públicas y focalizar la ayuda únicamente en los sectores considerados más vulnerables.
En Córdoba, el impacto del nuevo esquema será desigual y dependerá del nivel de ingresos de cada usuario. Desde la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) ya se confirmó que los hogares de mayores ingresos deberán afrontar el 100% del costo del servicio eléctrico. En tanto, los sectores de ingresos medios perderán los beneficios de manera progresiva, hasta quedar fuera del sistema de subsidios en forma total o parcial, según la evolución del nuevo régimen.
A diferencia de etapas anteriores, el rediseño apunta a reducir al mínimo la cobertura estatal. La asistencia quedará concentrada exclusivamente en los hogares de menores recursos, que deberán cumplir con criterios más estrictos para acceder al beneficio. Esto marca un giro significativo respecto del modelo anterior, que incluía a amplios sectores de ingresos medios dentro del esquema de subsidios.
En la ciudad de Córdoba, este proceso ya tuvo antecedentes. En más de 80 barrios cerrados y countries, los subsidios energéticos fueron retirados o reducidos en función del nivel socioeconómico de cada zona. Como consecuencia, numerosos hogares que hasta hace poco contaban con algún grado de asistencia estatal comenzaron a pagar tarifas sensiblemente más altas. Esa experiencia funcionó como un anticipo del rumbo que ahora se generalizará a nivel nacional.
Otro factor clave que influirá en el aumento de las tarifas es la decisión del Gobierno de eliminar los subsidios a la importación de gas durante el invierno. Esta medida implica que el mayor costo de abastecimiento en los meses de frío será trasladado directamente a los usuarios. El impacto se sentirá con mayor fuerza en una etapa del año en la que el consumo energético se incrementa de manera considerable.
En la práctica, esto podría derivar en facturas notablemente más altas durante el invierno de 2026, tanto para los hogares que utilizan gas natural para calefacción como para aquellos que dependen de la electricidad para climatizar sus viviendas. En un contexto de consumo elevado, la combinación de quita de subsidios y mayores costos de abastecimiento promete tensionar aún más la economía doméstica.
