El gobernador Martín Llaryora avanzó en una reestructuración del gabinete provincial que implicó una reducción en la cantidad de ministerios y un reordenamiento de áreas centrales del Gobierno de Córdoba. La decisión se enmarca en una serie de movimientos internos orientados a compactar la estructura administrativa y redefinir funciones dentro del Ejecutivo.
En ese esquema, el Ministerio de Ambiente y Economía Circular, que estaba a cargo de Victoria Flores, dejó de existir como cartera independiente. A partir de ahora, sus competencias se integran al Ministerio de Educación. En este nuevo organigrama, Flores asumirá como secretaria general de Educación y Ambiente, bajo la conducción del ministro Horacio Ferreyra, concentrando las políticas ambientales dentro del área educativa.
Una medida similar se aplicó en el área social. El Ministerio de Desarrollo Humano, que encabezaba Liliana Montero, también fue disuelto como ministerio autónomo y sus funciones pasaron a depender del Ministerio de Salud. Montero ocupará el cargo de secretaria general de Salud y Desarrollo Humano, bajo la órbita del ministro Ricardo Pieckenstainer, en una fusión que busca articular las políticas sanitarias con las sociales.
Además de estas integraciones, el gobernador dispuso cambios en el área de Cultura. El único recambio de conducción se produjo en la Agencia Córdoba Cultura, donde Marcelo Rodio, hasta ahora secretario de Transporte, fue designado como nuevo presidente del organismo. El actual titular, Raúl Sansica, continuará formando parte de la estructura, pero en el rol de segundo al mando.
