Christian D’Alessandro: “Una pareja de jubilados necesita seis haberes mínimos para subsistir”

El nuevo relevamiento de la canasta porteña volvió a exponer la enorme distancia entre los ingresos previsionales y los gastos básicos. Así lo planteó el abogado previsional Christian D’Alessandro, quien analizó en Canal E el deterioro creciente que sufren los adultos mayores ante la falta de actualizaciones reales en sus haberes y la ausencia de una reforma previsional cercana.
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El especialista remarcó que un reciente informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires dejó al descubierto, una vez más, la magnitud de esa brecha. Según detalló, “una pareja de jubilados necesita seis haberes mínimos para poder subsistir”, un indicador que evidencia un problema que viene arrastrándose desde hace años.

D’Alessandro sostuvo que el Congreso no avanzaría en lo inmediato con una reforma integral, aun cuando la situación es claramente urgente. La canasta elaborada por la defensoría porteña —recordó— reafirma una tendencia sostenida: “a los jubilados cada vez les alcanza menos, y eso es preocupante”.

El panorama se agrava porque casi el 80% de los adultos mayores percibe el haber mínimo. Para el abogado, eso profundiza una desigualdad histórica: “Hay una gran brecha entre la jubilación mínima y la canasta básica que necesitan para vivir”.

Al ser consultado sobre si una eventual reforma previsional podría traer algún alivio en 2025, su respuesta fue categórica: “Lamentablemente no creo”. Explicó que la reforma laboral impulsada por el Gobierno prevé una baja en las contribuciones patronales, un cambio que, según él, impactaría directamente en los ingresos del sistema.

Actualmente, los aportes del trabajador (11%) y las contribuciones patronales (16%) representan cerca del 60% de la recaudación de la ANSES. Con la reducción prevista, advirtió: “El sistema de recaudación va a caer, porque hay tres puntos menos por cada trabajador”.

También cuestionó la condonación de intereses y multas a empleadores, porque disminuye aún más los recursos disponibles para pagar jubilaciones. El restante 40% de los ingresos previsionales proviene de impuestos como el IVA, que podrían retraerse si se profundiza la recesión: “Indefectiblemente eso tiende a ser un cuello de botella que termina afectando a los jubilados actuales”, alertó.

D’Alessandro señaló, además, que medidas recientes como la reducción del impuesto PAIS repercuten directamente sobre el PAMI, ya que parte de lo recaudado se destinaba a financiar medicamentos gratuitos. Recordó que “una parte importante del impuesto país iba destinada a solventar los medicamentos al 100% de cobertura”, y sostuvo que la baja solo favorecerá a “un puñadito” de personas con capacidad para viajar o consumir productos importados, mientras millones de jubilados pierden prestaciones centrales.

Con firmeza, planteó el dilema: “La pregunta es qué queremos: que unos pocos viajen a Brasil más barato o que los jubilados puedan pagar los remedios que les salvan la vida”.

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