La Municipalidad de Córdoba ejecutó este sábado la clausura preventiva de un establecimiento industrial ubicado en la zona sudeste de la ciudad, luego de detectar el vertido de líquidos provenientes de su actividad fabril hacia un canal de la zona. El operativo, realizado por el Instituto de Protección Ambiental (IPA), se desarrolló en la planta situada en calle Galileo 4005, en el sector de Camino Santa Bárbara, donde se verificó una infracción ambiental de gravedad. Según informaron las autoridades municipales, la inspección permitió constatar la presencia de un líquido turbio y con fuerte olor fétido, que fluía desde un caño interno de la fábrica hasta un canal cercano, acumulándose en un sector del terreno. El vertido, de origen industrial, fue identificado en la parte posterior del predio y, de acuerdo a las observaciones técnicas, provenía directamente del sistema de procesos del establecimiento.
Ante la magnitud de la descarga y sus posibles consecuencias sobre el medio ambiente y la salud pública, el IPA dispuso de manera inmediata la clausura preventiva de la planta. Esta medida busca frenar el riesgo ambiental y sanitario, así como garantizar el cumplimiento de la normativa municipal vigente que prohíbe el vertido de líquidos contaminantes en la vía pública, cursos de agua o espacios naturales sin el tratamiento correspondiente. Desde el municipio recordaron que la disposición y el manejo de residuos líquidos provenientes de procesos industriales deben ajustarse a estrictos protocolos establecidos por la legislación ambiental, los cuales contemplan el tratamiento previo de los efluentes para evitar la contaminación de suelos y aguas superficiales. La falta de cumplimiento de estas obligaciones, señalaron, puede derivar en sanciones que van desde multas económicas significativas hasta la clausura definitiva de las instalaciones.
El operativo de inspección y clausura fue llevado adelante por personal técnico y de control ambiental del IPA, quienes documentaron la situación mediante actas y registros fotográficos. La intervención se enmarca en el plan municipal de fiscalización ambiental, que tiene como objetivo prevenir daños a los ecosistemas urbanos y proteger la calidad de vida de los vecinos. Fuentes municipales indicaron que, además de la clausura, el establecimiento deberá presentar un plan de remediación ambiental y adecuación de procesos para poder reanudar sus actividades. Este plan deberá incluir el tratamiento integral de los efluentes industriales, la implementación de medidas de prevención de futuros derrames y la certificación de cumplimiento por parte de organismos competentes.
Vecinos de la zona expresaron preocupación por el impacto que este tipo de descargas puede tener sobre la salud, especialmente en sectores cercanos a cursos de agua que podrían verse contaminados. “El olor era muy fuerte y se sentía desde varias cuadras”, relató un residente de Camino Santa Bárbara, quien aseguró que no es la primera vez que observan líquidos extraños en el canal. Organizaciones ambientalistas también manifestaron su respaldo a la decisión del municipio, pero pidieron que se intensifiquen las inspecciones para evitar que este tipo de prácticas se repitan. “La contaminación industrial no solo degrada el ambiente, sino que pone en riesgo la salud de toda la comunidad. Las clausuras son una señal importante, pero necesitamos un control preventivo más frecuente”, señalaron desde una agrupación local.
La clausura preventiva permanecerá vigente hasta que la empresa demuestre, mediante auditorías y controles técnicos, que ha corregido las irregularidades y que sus procesos se ajustan a la legislación ambiental.