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Comunidad comechingona Ticas denuncia intento de desmonte

La comunidad comechingona Ticas, denuncia la presencia de un grupo de personas con máquinas para desmontar en un terreno aledaño e intentar pasar por el territorio de la comunidad.

Los terrenos en conflicto y en situación irregular son parte de un loteo de los años 40, cuyos titulares jamás ejercieron posesión efectiva. Quienes intentan avanzar en el predio, no tienen habilitación de Policía Ambiental ni de Secretaría de Ambiente de la Provincia.

Aldo Ticas, nagual de la comunidad Ticas, explica la situación actual de la comunidad comechingona y el esfuerzo que aún es necesario para visibilizar y revalorizar la cultura aborigen viva.

«Los comechingones estuvimos mucho tiempo dados por muertos por un decreto que empezó a fines del 1800 después de la campaña del desierto, cuando el presidente Alvear dijo que ‘Argentina estaba libre de indios’, y al adherir Córdoba, hizo desaparecer para el Estado los pueblos Sanavirones, Comechingones y Ranqueles».

«Recién en 1985 vuelven a reconocer la existencia de los pueblos y ahí empieza nuestro recorrido. Nos costó mucho porque a historia, la antropología, la arqueología decía que no existíamos, y recién en el año 2000 se hace en Córdoba un estudio genético para mostrar que estábamos»

«El 69% de la población de Córdoba tiene genética que responde al pueblo comechingón. También en el censo poblacional se reconocieron 5500 familias, con lo cual fuimos al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Se formó una comisión entre Nación y Provincia, junto a historiadores y profesionales, que permitió que el INAI nos reconozca como un pueblo vivo después de más de 120 años».

Hoy, los tres pueblos son reconocidos a nivel Nacional y Provincial, con personería jurídica. Y en este marco, a fines del mes pasado se hizo pública una denuncia por intento de usurpación de sus tierras.

«No queremos que hagan negocio con nuestra madre tierra y que quede impune porque lo hemos naturalizado como sociedad», agrega Mauricio, integrante de la comunidad originaria.

«La violencia sistemática de las inmobiliarias y avasallamiento de tierras… Buscamos el reconocimiento de nuestra ancestralidad desde el amor y la revalorización de aquello que nos fue negado y bastardeado. se nos hace cuesta arriba porque no peleamos, sino que defendemos. Hay mujeres, niños y adultos mayores que somos atravesados por esta situación en la cual se nos saca de nuestra cotidianeidad para poner la energía en estas situaciones», explica Solchi, otra integrante de la comunidad.

En el comunicado oficial destacan que «Se trata de una patota que bajó y amenazó de muerte, con turbación e intento de usurpación, con antecedentes y pedido de paradero ligados al Negocio de Fideicomiso, concretamente al loteo Miradores de Bialet (ex Valle Esmeralda), que ya suma alrededor de 40 denuncias por distintos actores, titulares y poseedores. Esto sumado a denuncias que fueron realizadas en el Polo de la Mujer por amenzas de muerte a una mujer. Toda la familia, incluida la hija de Pedro Perez».

«Quien actúa bajo órdenes de avance sobre tierras impropias es Miguel Gildet esposo de la titular letrada de Miradores de Bialet Barontini Renata, quienes sin reclamo judicial y por la fuerza avanzan bajo escrituras apócrifas sobre zona campo la Cocha», agregan en el escrito.