“Este mes fue realmente muy variado. De repente estábamos preparando la pileta o metiéndonos al río, y al poco tiempo tuvimos que salir a buscar los abrigos”, resumió. Según los registros del observatorio meteorológico, el día 11 de octubre la temperatura máxima alcanzó los 36,5 grados, mientras que el 28 la mínima descendió hasta los 6,2.
Silvana explicó que estas oscilaciones se debieron al ingreso de un frente frío polar, que provocó una fuerte baja en las temperaturas tras varios días de calor intenso. “Tuvimos precipitaciones de unos 20 milímetros y luego el ingreso de aire frío del sur, que generó ese contraste tan brusco”, detalló.
Consultada sobre la frecuencia de estos cambios, la especialista señaló que si bien pueden darse heladas tardías hasta noviembre, lo inusual fue el calor extremo previo: “Nos llevó a guardar todos los abrigos, como si ya estuviéramos en pleno verano”.

En otro tramo, se refirió al aumento de los vientos durante la primavera: “Antes agosto era el mes de los vientos, pero ahora vemos que septiembre, octubre y noviembre presentan más continuidad e intensidad”. Según los datos del observatorio, en octubre hubo diez días con ráfagas que superaron los 47 kilómetros por hora.
Silvana advirtió que este fenómeno tiene efectos ambientales relevantes: “El viento provoca erosión, seca los suelos, reduce la duración de las lluvias y agrava el riesgo de incendios”. En ese sentido, recordó que en los últimos años las campañas de prevención de incendios dejaron de concentrarse en agosto y comenzaron en septiembre, “porque el período de riesgo se extendió”.
“Estamos viendo cambios claros en la dinámica del clima en Córdoba. Octubre fue un mes con todo: calor, frío, lluvia, viento y nieve. Meteorológicamente, para nada aburrido”, concluyó Silvana.
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LA DESPENSA. Lunes a viernes de 9 a 12hs, con Emilia Calderón.

