Un jurado popular de 12 personas, en consonancia con el voto de 3 jueces técnicos que integran la Cámara del Crimen de Cruz del Eje, condenaron a 23 años de prisión a Flavia Saganias, bajo la tipificación «instigar a la violencia contra el abusador de su hija, la mañana del domingo 13 de agosto de 2017».
Flavia es una madre de 41 años de edad, único sostén económico y afectivo de 5 hijos menores, de los cuales dos de ellos de apenas 3 años.
En un comunicado del equipo técnico de la defensa expresó «Nuestra defendida acudió a la red social Facebook y desde su cuenta denunció públicamente los abusos de índole sexual que su ex pareja había cometido contra su hija G.B.S. de 7 años al momento de los hechos. La publicación por la que resultó gravemente condenada, no fue otra cosa que la búsqueda de protección ante la inacción judicial, visibilizando el caso y alertando a la sociedad sobre el peligro que supone tener abusadores libres, en las calles de un pueblo pequeño. Su ex pareja la hostigaba y la amenazaba permanentemente los días posteriores a la denuncia realizada en fiscalía. Sentía miedo y un profundo malestar con la justicia».
«Flavia es inocente, quedó demostrado que no dirigió ningún “plan premeditado de ajusticiamiento por mano propia contra el abusador de su hija”. Sin embargo fue condenada sin pruebas a pasar los próximos 23 años de su vida en prisión. Los jueces, aún sabiendo que es madre de 5 niños, ordenaron su inmediata detención y así fue como la retiraron esposada de la sala, mientras gritaba “con quien quedan mis hijos! con quien quedan mis hijos, por favor que nadie se lleve a mis hijos!” mientras lloraba desesperada, produciendo el estupor de propios y extraños en la sala de audiencia».
«En ese sentido y ponderando por encima de la legislación procesal local, las leyes nacionales 24.660 y 26.472 de cumplimiento domiciliario de la pena de prisión, es que abogamos por el resguardo del interés superior del niño, que garantiza de manera fundamental e indiscutible, el derecho de los menores de 5 años a tener una crianza en contacto directo y permanente con su madre recientemente condenada, por aplicación del Principio de Humanidad o de Trato Humanitario en la Ejecución de la Pena, con el fin de evitar que la sanción aplicada a Flavia, trascienda a sus hijos, reproduciendo aun mas la gravedad de la situación reinante. La prisión domiciliaria de una madre de niños menores a 5 años de edad, es un derecho humano fundamental que no debe ser negado bajo ningún concepto».
«Cuando decimos que la justicia es patriarcal, hacemos referencia al desequilibrio de la balanza que pone de un lado a esta madre y a sus hijos, con el enorme peso plomo del prejuicio social y mediático, y del otro lado al volátil peso pluma de un hombre insano y perverso ayudado por la eterna y conocida ineficacia judicial de un sistema que siempre llega tarde. Porque lo que señalamos, será demostrado en la reapertura de la investigación de los hechos de abuso denunciados por Flavia y que desde el pasado viernes es materia a cargo de la Sra. Fiscal de Cosquín Paola Kelm quien dispuso recibirle declaración testimonial a Flavia el 28/11/2019 a las 10:00hs, audiencia a la que no podrá comparecer porque esta presa. Los tiempos de vida no caben en lo instantáneo de las cámaras mediáticas de la televisión. Porque las infancias son los tiempos que debemos contener, para evitar el desborde. Porque las infancias dicen la verdad. Porque los sueños de esta niña revelaron los abusos que sufría. Porque guardó esas imágenes para expresarlas en dibujos y todo eso volverá, mas temprano que tarde, para equilibrar la balanza, para equilibrar los prejuicios del jurado popular quienes en ese momento entenderán que están fuertemente atravesados por la injusticia patriarcal de la que hablamos».
«Aunque el daño ya esté hecho, la verdad hará de Flavia una mujer libre, libre de prisión, libre de dolores y libre de prejuicios, recuperando la libertad para maternar en libertad!»