La Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos invita a la comunidad a participar del festival «La Memoria no se Borra: existimos, resistimos, luchamos», que se llevará a cabo el próximo martes 18 de febrero, a partir de las 17 horas, en la Plaza Seca de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. Este evento tiene como objetivo reparar los murales que fueron vandalizados en Ciudad Universitaria, en un acto de resistencia y reafirmación de los derechos humanos.
El festival contará con la participación de distintos artistas y presentaciones en vivo, brindando un espacio de encuentro, reflexión y expresión cultural. «Al odio fascista y a sus diversas provocaciones, le respondemos con acciones en conjunto», expresó la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, destacando la importancia de unir fuerzas ante los ataques a la memoria colectiva.
Además, la organización reafirmó su compromiso con la lucha por los derechos humanos y las disidencias sexuales, confiando en la trayectoria de las luchas históricas por la libertad y la justicia social. «Confiamos en la lucha por los derechos humanos y las disidencias sexuales, en la trayectoria de nuestros cuerpos y nuestras sexualidades, en la memoria de nuestras resistencias y nuestros logros», señalaron en un comunicado.
Vandalización de los murales: un ataque a la memoria y la resistencia
La convocatoria surge a raíz de la reciente noticia de que varios murales dedicados a referentes de los derechos humanos fueron vandalizados en la UNC. Entre ellos se encuentran el mural en homenaje al militante y varón trans Eugenio Talbot Wright, el mural de Abuelas de Plaza de Mayo y el que recuerda a Sonia Torres. Los atacantes dejaron pintadas y, en el caso del mural en homenaje a Talbot Wright, insultos transodientes. Este mural había sido pintado por el artista Gonzalo Amieva durante la quinta edición del «Travapalooza», el pasado noviembre, como parte de un reconocimiento a las luchas del movimiento travesti trans cordobés.
El acto de vandalización no solo representa un ataque a estos símbolos de lucha y memoria, sino que también pone de relieve la necesidad de seguir defendiendo los derechos de las personas trans y la memoria histórica de las resistencias sociales.
Un llamado a la reparación colectiva
El festival «La Memoria no se Borra» es una respuesta colectiva a estos hechos de violencia, un espacio para reafirmar el compromiso con la memoria histórica, los derechos humanos y la inclusión. La reparación de los murales vandalizados será un acto simbólico de resistencia ante quienes intentan borrar la historia de los pueblos y las luchas por la justicia social. La comunidad está invitada a sumarse a esta propuesta para continuar luchando por un futuro más libre y diverso para todos y todas.