La iniciativa nació a partir de un impulso de la Federación de Mutualidad de Córdoba (FEMOCOR), que en 2021 comenzó a trabajar el tema de los cuidados como una necesidad creciente en la sociedad. “La federación decidió empezar a trabajar acerca de los cuidados como una necesidad que estaba latente, especialmente los cuidados de personas mayores”, explicó Daniel Rivera, integrante de la cooperativa, en diálogo con Córdoba en Común.
Rivera señaló que el proyecto se pensó desde un doble objetivo: “Por un lado, brindar servicio a las personas mayores que tienen algún nivel de dependencia y requieren apoyo y cuidado, y por otro, tener en cuenta a un sector de trabajadoras que tiene un nivel de informalidad muy grande”. En ese sentido, remarcó que más del 99 por ciento de quienes realizan tareas de cuidado son mujeres y que el cooperativismo aparece como una herramienta para formalizar y profesionalizar esa labor.
“La familia sigue siendo la primera que se hace cargo del cuidado, pero hoy muchas están desgastadas o ya no tienen posibilidad de brindar esos cuidados”, afirmó. Frente a ese escenario, sostuvo que “era muy importante que el sector del cooperativismo y el mutualismo estuviera presente con una propuesta concreta”.
Cuidarte Bien se conformó como cooperativa integrada por dirigentes y asociados de distintas mutuales de la provincia. Actualmente cuenta con seis delegaciones en Villa María, General Deheza, Devoto, Villa Carlos Paz, Córdoba capital y la ciudad de Santa Fe, con perspectivas de expansión a otras localidades como Río Cuarto. “Somos una cooperativa muy particular, con un solo consejo de administración pero con delegaciones en distintas ciudades”, detalló Rivera.
Uno de los ejes centrales del proyecto es la formación. Antes incluso de obtener la personería jurídica, se desarrollaron cursos de capacitación junto a organismos nacionales, lo que permitió sentar las bases del modelo cooperativo. “Cerca de 150 personas se capacitaron en toda la provincia en ese primer curso, y a partir de ahí se fueron conformando las delegaciones”, recordó.
El ingreso de las cuidadoras a la cooperativa contempla un proceso de admisión que prioriza la capacitación y la profesionalidad. “Cuando hablamos de formalizar el trabajo de los cuidadores, creemos que tiene que ver con desempeñar un rol técnico y con la mayor profesionalidad posible”, explicó Rivera, y agregó que las formaciones son clave para garantizar la calidad del servicio y el cuidado de las personas mayores.
La experiencia también se apoya en una fuerte articulación con el Estado provincial. Rivera destacó el acompañamiento del Ministerio de Cooperativas y Mutuales y de la Dirección de Personas Mayores, especialmente en materia de capacitación y reconocimiento. “No hablamos de subsidios, sino de certificaciones, de formación y de jerarquizar la labor del cuidador”, subrayó.
En el marco de una de esas capacitaciones, el integrante del Ministerio de Cooperativas y Mutuales, Gabriel Frizza, valoró el trabajo conjunto con la cooperativa y las mutuales. “Para el Ministerio es muy importante poder brindar una herramienta fundamental en un servicio público tan sensible como es el cuidado de personas”, afirmó.
Frizza remarcó que la política del Ministerio apunta a “dar herramientas, capacitar, profesionalizar y brindar oportunidades para el progreso personal de quienes integran cooperativas y mutuales”. Además, señaló que “la salida es a través de las cooperativas y las mutuales”, al considerarlas un sistema virtuoso que llega donde muchas veces el capital privado o el Estado no alcanzan.
Al hacer un balance del trabajo del Ministerio, sostuvo que “este 2025 ha sido bueno, hemos crecido mucho desde que empezó esta iniciativa, aunque todavía podemos dar mucho más”, y adelantó que hay expectativas de profundizar las políticas de capacitación durante 2026.
Desde el ámbito educativo, la licenciada Ana Vega, docente de la capacitación, destacó el compromiso de quienes participan. “Este grupo tiene una experiencia terrible en cuanto a la atención de pacientes y una humanidad muy fuerte, pelean por los derechos del adulto mayor”, señaló. Además, puso el acento en la importancia de la formación: “Empodérense del ‘soy cuidador’, porque ustedes tienen conocimiento y se están formando para esto”.
Las y los alumnos también valoraron la propuesta. Marina contó que decidió capacitarse tras años de experiencia en el cuidado de adultos mayores y remarcó la importancia de “aprender cómo atender riesgos y cómo es el trato con el adulto mayor”. Jordán, oriundo de Venezuela, explicó que busca especializarse y obtener señaió que la capacitación le permite “tener un aval y entender cómo se manejan estas cuestiones del cuidado”. Otras participantes destacaron que el curso les enseñó a poner límites y a cuidarse a sí mismas: “Nos enseñaron que nos tenemos que querer y respetar para que nos respeten”.
Para Rivera, ese acompañamiento integral es parte del sentido de la cooperativa. “El nombre Cuidarte Bien no es solo cuidar a la persona mayor, también es cuidar a las cuidadoras”, afirmó, y remarcó que el trabajo con la vejez implica situaciones emocionales complejas que requieren contención y organización.
Con el respaldo del mutualismo, el acompañamiento del Estado y la confianza de las familias, Cuidarte Bien se consolida como una experiencia que busca dar respuestas a una necesidad social creciente desde una lógica solidaria, profesional y cooperativa.
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