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Curas villeros: «Hay cacerolas que con amor alimentan y cacerolazos que dividen e infunden miedo»

Foto: Paula Conti

Por Mariano Nieva

Gentileza Agencia Paco Urondo

«El COVID 19 está pegando fuerte en nuestros barrios». Así comienza el nuevo documento que emitió el Grupo de Curas Villeros del área metropolitana de Buenos Aires, llamado «Aniversario del Padre Mugica y el impacto del Coronavirus en las villas y barrios populares» que se presentó en la Parroquia Cristo Obrero de la villa 31 de Retiro a cargo del Padre Guillermo Torre. El comunicado fue leído por los mismos sacerdotes frente al mausoleo que guarda los restos de Carlos Mugica, quien fuera asesinado por la Triple A el 11 de mayo de 1974.

Todavía se recuerda en 1999 el emotivo cortejo que salió del Cementerio de La Recoleta, recorrió Av. del Libertador y llegó como destino final al corazón de la villa 31, donde se celebró un misa precedida por el entonces Arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio. Hoy, Papa Francisco. De esta manera y luego de 25 años, el Padre Carlos volvía para quedarse para siempre con su gente.

Durante el acto donde se leyó el documento, el Obispo de la Pastoral Villera, Gustavo Carrara, expresó: «Seguimos aprendiendo de nuestra gente sencilla tan acostumbrada a tener que adaptarse siempre a nuevas y difíciles situaciones. Ellos y ellas aceptan la buena decisión del Gobierno Nacional de hacer cuarentena y valorar las decisiones en favor de los que más sufren las consecuencias que van apareciendo. Según las últimas palabras del Padre Carlos Mugica sabemos que ‘tenemos que estar ahora más que nunca junto al pueblo’”.

Y prosiguió diciendo: “Esta cercanía nos lleva a comprender que, en líneas generales, la comunicación y las políticas del Gobierno en todos sus niveles están enfocadas a la población en general. Entendemos que también es necesario hacer un foco en los barrios populares”.

Luego, los sacerdotes abordaron en el escrito dos temas de actualidad que por estos días llevan a diversas discusiones en el seno de la sociedad. Por un lado, el reiterado pedido al Gobierno de la Ciudad Buenos Aires (GCBA) de los vecinos de la propia villa 31 ante el corte de suministro de agua potable en este contexto tan crítico de la pandemia. Y por el otro, la situación sanitaria desesperante de las cárceles y la posibilidad de salidas de presos con prisión domiciliaria.

En ese marco, el Padre Pepe Di Paola aseguró: “Si bien esta pandemia afectó en nuestro país primero a gente de otros sectores sociales, sabemos que con el tiempo va creciendo mucho el contagio en los barrios vulnerables. Esperamos que no resurjan actitudes discriminatorias. En este contexto, la pandemia hace que se visibilicen problemas estructurales de nuestros barrios. La realidad se nos vino encima. Hay temas en los que no podemos seguir esperando su solución. Hay lugares con serios problemas de falta de agua, como la villa 31. Nos preocupa la situación del hacinamiento y abandono en las cárceles, las limitaciones del sistema de salud, la asistencia alimentaria sostenida y muchas necesidades concretas que surgen por la pérdida de las changas y trabajos informales de muchos de nuestros vecinos. Es preocupante la realidad de despidos arbitrarios”.

Y adviertió: “Se vienen momentos muy duros en lo social. Va a ser largo. Es urgente que se favorezca el acceso a los subsidios habitacionales. Cada vez más gente se queda sin dinero para pagar el alquiler. En la línea del I.F.E (Ingreso Familiar de Emergencia) es necesario que se aumenten determinados beneficios sociales en cuanto al acceso a la compra de alimentos y medicamentos. En la última Pascua, el Papa Francisco decía a los movimientos y organizaciones populares que tal vez sea ahora tiempo de pensar en un salario universal para que ningún trabajador se quede sin derechos”.

Seguidamente, el Padre Toto de Vedia de la Villa 21-24 de Barracas tomó la palabra y explicó: “Estos son tiempos de hablar con hechos. Ausentarnos de los barrios populares sería colaborar para que crezca la injusticia existente. En nuestros barrios no cerramos las Capillas. Todas las actividades habituales se reconfiguran en función de lo que vamos viendo que necesita la comunidad. Se pone de manifiesto la solidaridad natural de los vecinos.”

También, hubo una mención acerca de los cacerolazos que hace unos días están llevando a cabo algunos sectores sociales en protesta de la supuesta liberación de miles de presos peligrosos y la importancia de las organizaciones sociales: “Nos hace bien ver cacerolas que con amor alimentan y dan esperanza y no cacerolazos que dividen e infunden miedo al otro. Las cacerolas de los pobres, como todo lo que surge de ellos, son para cuidar y sostener la vida. Los pobres nos enseñan que los tiempos difíciles son para unir y no para que nos sigamos dividiendo. De la mano de las autoridades civiles locales, nuestras Parroquias y Capillas, junto a las organizaciones sociales, acompañamos el relevamiento de los adultos mayores, las campañas de vacunación y la asistencia con alimentos. Muchas de nuestras Capillas se ofrecen como casas de resguardo para que hagan la cuarentena muchos vecinos.”, concluyó.

El cierre de la exposición de este grupo de curas que comparten la vida con los vecinos y vecinas de las villas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, estuvo a cargo de Basilicio “Bachi” Britez, quien ejerce su tarea pastoral en el barrio Almafuerte, ex Villa Palito, de La Matanza: “Necesitamos que el Estado actualice su presencia en los barrios vulnerables de acuerdo a las diferentes cuestiones y las dificultades que se presentan, la seguridad, la salud, la educación y las limitaciones de conectividad en estos lugares. Muchos chicos no pueden hacer la tarea de la escuela, a pesar del esfuerzo de los docentes. Es preocupante la realidad de nuestros adultos mayores y de los que tienen determinados problemas de salud. Nos preocupa la insuficiente capacidad de espacios de aislamiento. Valoramos la dedicación del personal de salud de nuestros barrios. Es preciso que se destine lo necesario para que no colapse el sistema de salud».

Y contextualizó: Hace falta tener en cuenta espacios para los hermanos y hermanas que están en consumos de drogas. Hace tiempo venimos denunciando la cantidad de pibes y pibas muertos por el paco. Hoy seguimos denunciando la realidad de estos pibes y pibas en esta situación de pandemia. Hace más de 50 años, Carlos Mugica y sus compañeros fundaron el Equipo de Sacerdotes para las villas. Hoy los curas y las comunidades de nuestros barrios coordinamos esfuerzos para el bien de los vecinos, especialmente aquellos que más necesitan. Hoy hay más presencia del Estado que en esa época. Pero es insuficiente todavía. Seguimos necesitando una presencia inteligente del Estado. Que en este mayo patriótico, la Virgen de Luján nos estimule a seguir acompañando a nuestro pueblo», finalizó.

Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Capital y Provincia:

P. José María Di Paola, P. Eduardo Drabble, P. Andrés Benítez. Villa La Carcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín.

P. Guillermo Torre, P. Agustín López Solari. Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Juan Isasmendi, P. Patricio Etchepareborda, P. Lucas Walton. Villa 1-11-14.

Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Lorenzo de Vedia, P. Facundo Ribeiro. P. Ramiro Terrones, P. Carlos Olivero. Villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Nibaldo Leal. Villa Hidalgo. Diócesis de San Martín.

P. Hernán Cruz Martín, P. Gustavo Rofi: Barrio Don Orione – Claypole. Obra Don Orione. Diócesis Lomas de Zamora.

P. Basilicio Britez. Villa Palito. Diócesis de San Justo.

P. Nicolás Angellotti. Puerta de Hierro, San Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis

de San Justo.

P. Domingo Rehin. Villa Lanzone. Diócesis de San Martín.

P. Gastón Colombres, P. Marco Espínola. Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Damian Reynoso. Monoblocks Villa Soldati. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Martín Carroza, P. Oscar Gallegos Álvarez, P. Ramiro Pannunzio. Villa Cildañez. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Adrián Bennardis, P. Ariel Corrado. Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo.

Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Joaquín Giangreco. Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno.

P. Juan Manuel Ortiz de Rozas. San Fernando. Diócesis de San Isidro.

Carlos Morena, Mario Romanín, Fernando Montes, Juan Carlos Romanín, Salesianos, Don Bosco. Villa Itatí. Diócesis de Quilmes

P. Juan Ignacio Pandolfini. Villa la Cava. Diócesis de San Isidro.

P. Leonardo Silio. Barrios Manantiales, Atalaya, Rififi, Cascallares, Cassasco.

Diócesis Merlo-Moreno.

P. Pedro Baya Casal. Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Andrés Tocalini. Villa los Piletones. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Franco Punturo, Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Omar Mazza. Villa Inta. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires, Vicario para la Pastoral en Villas de CABA.