«Manos a la obra, construyendo una sociedad segura», es una iniciativa de la ministra Patricia Bullrich que pretende que todas las personas que están detenidas en cárceles federales trabajen. Dialogamos con la investigadora Inés León Barreto acerca de este programa.
El pasado jueves 17 de octubre, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció el lanzamiento del programa «Manos a la obra, construyendo una sociedad segura», que prevé que todas las personas privadas de su libertad que están detenidas en cárceles federales puedan trabajar.
«Las cárceles tienen que ser sanas y limpias, no para castigos sino para la reinserción. Y el Código Penal de la Nación dice que las personas privadas de su libertad deben hacerse cargo de mantener las instalaciones penitenciarias y de pagar con su trabajo aquello por lo que hoy están detenidas. Con este programa no estamos haciendo ni más ni menos que cumplir con nuestro Código Penal», expuso Bullrich.
Con un discurso plagado de prejuicios y estigmatización, la ministra aseguró: «Si un juez nos dice que le tenemos que pagar por no trabajar, vamos a llegar hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, porque eso es una injusticia para la sociedad. Nosotros queremos reinserción, pero no en base a la comodidad de aquella persona que afuera prefería robar en vez de trabajar y que aquí quiere llevarse un sueldo sin trabajar. Eso no va, se terminó. Es entrar en la cultura tumbera y no lo vamos a permitir; esa es la cultura de la destrucción social. A partir de ahora, todos los presos van a trabajar».
En diálogo con La Ranchada, Inés León Barreto -abogada, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba-, manifestó que el anuncio de Bullrich «no es novedoso», puesto que la reinserción social es el principal objetivo de la Ley N° 24.660 de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad.
«El Estado tiene a las personas adentro para la reinserción. Los pilares son la educación y el trabajo», sumó. La entrevistada aclaró que las personas en contextos de encierro cobran apenas tres cuartos del salario mínimo, vital y móvil. Para la investigadora, sería una gran iniciativa que pudieran «darle trabajo al 100% de todas las personas que están allí», con un «trabajo en blanco, registrado y cobrando lo que corresponde».
«Sería excelente que las personas salgan con capacitaciones mejores de las que ingresaron», añadió.
Escuchá la entrevista completa a Inés León Barreto en La Despensa: