Gabriela Cabral, a cargo del comedor «Destellos del Cielo», revela la difícil situación que atraviesan, atendiendo a más de 50 personas sin apoyo gubernamental. La falta de recursos limita su funcionamiento y la solidaridad de la comunidad se vuelve esencial para mantener viva la esperanza, especialmente de cara al Día del Niño.
El Comedor «Destellos del Cielo», situado en el Barrio Juan Pablo II, es un pilar fundamental para numerosas familias de la zona. Gabriela Cabral, la encargada de esta importante labor, compartió la creciente necesidad que enfrentan. Anteriormente, el comedor funcionaba con mucha más frecuencia, pero ahora, debido a problemas financieros y la dificultad para conseguir insumos, su operatividad se ha tenido que reducir.
A pesar de las adversidades, el comedor, que es parte de una entidad religiosa y funciona en la misma iglesia, sigue brindando apoyo. Actualmente, asisten entre 50 y 70 personas, incluyendo niños, jóvenes y adultos, y el número es mucho mayor que en sus inicios. La necesidad se ha extendido más allá de las clases sociales, afectando a muchas más familias.
Una particularidad de «Destellos del Cielo» es que opera de manera autogestiva; esto significa que no recibe ningún tipo de ayuda de entes gubernamentales. Su sostenimiento depende enteramente de la colaboración de amigos, vecinos del barrio y los miembros de la iglesia. Las donaciones, desde un paquete de azúcar hasta un litro de leche, son fundamentales y se construyen a través de una cadena de solidaridad comunitaria.
De cara a la celebración del Día del Niño, Gabriela mencionó que, si bien los juguetes son bienvenidos, priorizan golosinas o mercadería, ya que son más necesarias para las familias. Una de las peticiones más destacadas es la donación de medias, un artículo básico pero a menudo olvidado, que es muy necesario para los niños que asisten. Además de esto, cualquier tipo de alimento o calzado (incluso usado, pero en buenas condiciones) es de gran ayuda.
Gabriela Cabral enfatizó que el objetivo es brindar asistencia sin importar credos, extendiendo una mano solidaria a quien lo necesite. Para quienes deseen colaborar con el Comedor «Destellos del Cielo», pueden comunicarse directamente con Gabriela al: 351 3288 946. Cada aporte, por pequeño que sea, contribuye a la comunidad más vulnerable de barrio Juan Pablo II.
