Hoy se conmemora en Argentina el Día del Trabajador de Prensa, en memoría de la sanción del Estatuto del Periodista Profesional en 1949. Pero además se recuerda el secuestro del periodista Rodolfo Walsh.
Si tenemos que rescatar de Walsh su compromiso en épocas duras, conflictivas, su firmeza en la verdad a toda cosa (incluso valiéndole la muerte), tenemos que reconocer que su frase «el periodismo es libre o es una farsa», resuena más que nunca entre los comunicadores populares.
No es simple enfrentar el poder desde los sectores populares. No es simple pararse ante los medios hegemónicos, con sus grandes estructuras e intereses, para desmantelar la farsa sistemática que representan.
Sin embargo, aquí estamos los medios populares. Haciendo prensa para los y las pibas del barrio, los privados y privadas de la libertad, el vecino y la vecina que necesita que alguien amplifique su voz, y ser dueños de la información, ese bien tran preciado y malogrado.