«El 3 de Junio pasado nos encontró con mucho trabajo y regadas de muerte por la violencia machista que aumentó, y por la muerte de las compañeras que pusieron el cuerpo ante la pandemia; por lo cual necesitamos ser consideradas esenciales», establece Dina Sánchez, de UTEP.
La necesidad de que las trabajadoras comunitarias sean declaradas esenciales también tiene que ver con la falta de vacunas y muertes derivadas de la pandemia que se cobraron la vida de muchas de ellas.
Con respecto a la Ley de Emergencia en Violencia de Género, desde UTEP se sigue trabajando para que las realidades encuentren solución.
«Creció muchísimo la violencia de género en contexto de pandemia. Y a veces la justicia no escucha»
«Muchas veces ponemos el cuerpo de más. Nos capacitamos, acompañamos a mujeres en territorios y tratamos, pero muchas veces eso basta; hay personas que no tiene donde ir y se quedan en hogares donde son maltratadas que terminan en todos los dias con una menos», remarca Dina.
Y la lucha por las violencias de género llegan a los estratos políticos. Las trabajadoras comunitarias están al frente de comedores, merenderos, en procesos de vacunación, asistiendo a cada casa y poniendo el cuerpo para paliar las necesidades de los barrios.
«Si no hay políticas públicas que nos acompañen de verdad, quedan en experiencias nada más», reflexiona la referente.