El Concejo Deliberante de Córdoba aprobó este jueves, por mayoría, el proyecto de ordenanza impulsado por el Departamento Ejecutivo para regular “los instrumentos urbanísticos de planificación, concertación y sostenibilidad en el ámbito de la ciudad”. La iniciativa, que ya contaba con despacho favorable de las comisiones de Desarrollo Urbano, Infraestructura y Paisajismo y de Legislación General, Asuntos Constitucionales, Peticiones y Poderes, fue votada en el recinto con la “mayoría automática” del oficialismo.
Según el texto elevado por el Ejecutivo, “se reunieron aportes y opiniones de colegios profesionales, cámaras empresarias y especialistas de diversas universidades y colegios”, con el objetivo de “recuperar la iniciativa municipal en materia de articulación público-privada para tratar de limitar la expansión de la mancha urbana y avanzar hacia una densificación controlada”. Desde la Secretaría de Desarrollo Urbano se sostuvo que la normativa apunta a actualizar instrumentos de gestión territorial y mejorar la sostenibilidad de la ciudad.
Sin embargo, desde distintos centros vecinales surgieron fuertes objeciones. Representantes de Alberdi y Villa Belgrano cuestionaron que la ordenanza no contemple mecanismos efectivos para garantizar mayor participación vecinal y comunitaria. Sofía Gnappi, presidenta del Centro Vecinal de Villa Belgrano, advirtió que el dispositivo “garantiza que las definiciones centrales sigan excluyendo a las comunidades y al ecosistema de actores que están por fuera de las grandes desarrollistas”. Según su postura, la normativa debería incorporar explícitamente el problema de la vivienda social, la protección ambiental mediante expansión de zonas verdes y la infraestructura destinada a sectores medios y bajos.
En tanto, Vanesa Ullua, del Centro Vecinal de Alberdi, remarcó que “es muy importante la participación temprana de vecinos y vecinas en absolutamente todos los proyectos urbanísticos, incluso los privados. Hoy en la ordenanza eso no se plantea”. Para ambos centros vecinales, la discusión previa no fue vinculante y aún falta debate para incorporar la mirada de los habitantes de los barrios.