El Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba aprobó este lunes, en segunda lectura, el Presupuesto municipal 2026 y el nuevo Código Tributario, dos iniciativas centrales impulsadas por el intendente Daniel Passerini que marcarán el rumbo económico y financiero de la gestión durante el próximo año. La sanción de ambas normas se concretó tras una sesión en la que el oficialismo logró reunir los votos necesarios para avanzar con su agenda.
La ley marco del Presupuesto 2026 contempla un esquema de rebajas impositivas destinado a aliviar la carga fiscal sobre distintos sectores de la economía local. Entre los puntos más destacados, se establecen reducciones del 30% para el sector de Comercio e Industria, una baja del 17% en el segmento financiero y una disminución del 50% en los seguros de Riesgos del Trabajo (ART). Además, se resolvió mantener sin cambios las alícuotas del Impuesto Automotor, una decisión que busca evitar un mayor impacto sobre los contribuyentes particulares.
Desde el oficialismo municipal señalaron que estas medidas apuntan a mejorar la competitividad de la ciudad, fomentar la actividad económica y acompañar a los sectores productivos en un contexto económico complejo. La combinación de rebajas impositivas y estabilidad tributaria en algunos gravámenes clave forma parte, según indicaron, de una estrategia de incentivo a la inversión y al sostenimiento del empleo.
En paralelo, el Presupuesto aprobado incorpora un conjunto de medidas orientadas al ajuste y ordenamiento del gasto público. Entre ellas se incluyen recortes en el alquiler de inmuebles utilizados por el municipio y una reorganización de la estructura administrativa, que impactará sobre secretarías, direcciones y subdirecciones. El objetivo de estas decisiones es optimizar el uso de los recursos, reducir gastos corrientes y mejorar la eficiencia del funcionamiento del Estado municipal.
Otro de los ejes centrales del Presupuesto 2026 es la previsión del pago de una deuda significativa heredada de gestiones anteriores. El municipio deberá afrontar durante el próximo ejercicio el pago de más de 43 millones de dólares correspondientes a un bono internacional emitido en 2016, durante la gestión del exintendente Ramón Mestre. Este compromiso financiero representa uno de los principales desafíos para las cuentas municipales y condiciona buena parte de la planificación presupuestaria.
Durante la sesión legislativa, la concejal Sandra Trigo reemplazó al viceintendente Javier Pretto en la presidencia del Concejo Deliberante. La jornada estuvo marcada por un intenso debate político, en el que el oficialismo defendió la necesidad de contar con un Presupuesto aprobado para garantizar la previsibilidad de la gestión, mientras que sectores de la oposición cuestionaron algunos aspectos vinculados al ajuste del gasto y al impacto real de las rebajas impositivas.
Desde la gestión de Daniel Passerini sostuvieron que la aprobación del Presupuesto 2026 y del nuevo Código Tributario permite consolidar un esquema de administración responsable, que combina alivio fiscal para los sectores productivos con un fuerte compromiso en el ordenamiento de las cuentas públicas. En ese sentido, remarcaron la importancia de cumplir con las obligaciones financieras asumidas por el municipio, al tiempo que se busca sostener servicios y obras prioritarias para la ciudad.

