Con tres competencias oficiales —largometrajes, cortometrajes y cortos de escuelas—, la programación se complementa con charlas, actividades especiales y una fuerte presencia de producciones locales.
“Cosquín va a estar plagado de cine durante estos días”, celebró Chaco Cine en su columna en Radio La Ranchada. El festival, que comenzó en 2011 con una propuesta modesta, hoy cuenta con proyecciones en cuatro salas ubicadas en un radio de apenas seis cuadras, lo que facilita el acceso del público a una amplia variedad de funciones.
Entre las actividades destacadas, se encuentra el Foco Iván Fund, con tres películas del realizador entrerriano-santafesino y una charla abierta junto al crítico y programador Roger Koza, histórico impulsor del festival y referente del cine argentino. La película “El mensaje”, dirigida por Fund y ganadora del Oso de Plata en Berlín, inaugura el festival. Se trata de una “road movie” en clave rural protagonizada por una niña que puede comunicarse con animales, lo que desata una travesía familiar por el interior del país.
Una de las novedades más celebradas de esta edición es la deliberación pública de los jurados: por primera vez, las decisiones sobre las películas ganadoras de las competencias se harán de manera abierta, con la presencia de jurades, realizadores y público. Esta instancia se realizará el sábado a las 18 y busca fomentar un debate transparente y participativo.
El cierre estará a cargo de la película Cuando las nubes esconden la sombra, una producción chileno-argentina con la actuación de María Alché. Además, se desarrollará la sección Planos de Provincia, dedicada a obras cordobesas, y habrá múltiples actividades paralelas, muchas con la presencia de directores y equipos técnicos.
Pero la agenda cinéfila no termina en Cosquín: en Córdoba Capital también hay propuestas destacadas. En el Cine Club Municipal se proyecta La Zurda, con funciones especiales que incluyen intercambio con su director, Rosendo Ruiz. Y en el Cine Arte Córdoba se estrena El casero, de Matías Lucchesi, que retrata los vínculos familiares y la tensión entre memoria y progreso. “Es uno de los cines más lindos que tenemos en Córdoba, con su estilo antiguo y su historia viva. Hay que cuidarlo y mantenerlo con estos estrenos”, subrayó Chaco.
El Festival de Cosquín y el circuito alternativo cordobés confirman que el cine sigue vivo, aún en tiempos difíciles, con propuestas federales, accesibles y profundamente culturales.
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